Annalena Baerbock, visitó Shirókino, una antigua aldea costera a orillas del mar de Azov, a pocos kilómetros del puerto de Mariúpol, capturada por fuerzas prorrusas en 2014 y recuperada en 2015 por el Ejército ucraniano.
«Junto con la ministra de Exteriores Annalena Baerbock visité Shirókino. El antiguo pueblo costero parece apocalíptico en el siglo XXI: militares, minas y perros. Así es como se ve la agresión (rusa)», escribió la viceministra de Exteriores de Ucrania, Emine Dzheppa, en su cuenta oficial de Twitter.
Agradeció a Alemania el apoyo y la asistencia para disuadir a Rusia de una mayor escalada ante la presencia de más de 100.000 soldados rusos en la frontera con Ucrania.
Baerbock se reunió la víspera con su homólogo ucraniano, Dmitro Kuleba, en lo que fue su segundo viaje a Kiev desde que asumió la cartera de Exteriores de Alemania.
En una rueda de prensa conjunta reiteró que Alemania no planea enviar armas a Ucrania, pero está dispuesta a aumentar la asistencia financiera y humanitaria, informó AFP.
Shirókino es un pueblo abandonado situado en la región de Donetsk, en el este de Ucrania, y se encuentra a 12 kilómetros al este de la ciudad de Mariúpol.
Fue capturado por las fuerzas separatistas apoyadas por Rusia a finales de agosto de 2014 y se convirtió en un punto para ataques contra Mariúpol. Los habitantes abandonaron la aldea porque se encontraba justo en la línea de duras batallas entre dos ejércitos.
En enero de 2015 se lanzó un devastador ataque con cohetes contra Mariúpol desde Shirókino. En julio de ese mismo año y tras meses de enfrentamiento armado, el Batallón Azov de la Guardia Nacional de Ucrania y las Fuerzas Armadas retomaron la aldea.
Con información de AFP / La Verdad