El nuevo presidente de Chile, Gabriel Boric, prometió este viernes en su primer discurso en La Moneda “redistribuir” la riqueza en Chile, uno de los países más desiguales del continente.
“Cuando la riqueza se concentra solo en unos pocos, la paz es muy difícil. Necesitamos redistribuir la riqueza que producen quienes habitan nuestra patria”, afirmó Boric antes miles de simpatizantes.
Añadió que su Gobierno promoverá el respeto a los derechos humanos “sin importar el color del gobierno que los vulnere”, en una clara referencia a los regímenes de Cuba, Venezuela y Nicaragua. “Desde Chile, en nuestra América Latina (…) haremos esfuerzos para que la voz del sur se vuelva a escuchar firme en un mundo cambiante”, aseguró así mismo el exlíder estudiantil, quien a sus 36 años se ha convertido en el mandatario más joven de la historia chilena.
En otro momento de su discurso, afirmó que hay que “reparar las heridas del estallido social”, la mayor ola de protestas que comenzó en el año 2019 y que dejó una treintena de fallecidos y miles de heridos. “Necesitamos reparar las heridas que quedaron del estallido social, y por eso hemos retirado las querellas por Ley de Seguridad Interior del Estado”, afirmó.
En la víspera, su Ejecutivo anunció que eliminaría casi 140 querellas contra manifestantes que fueron detenidos durante esa ola de manifestaciones, que remeció los cimientos del país y puso en jaque al gobierno de Sebastián Piñera.
“Quiero que sepan que no llegamos aquí solo para llenar cargos, para generar distancias inalcanzables, sino para entregarnos en cuerpo y alma al compromiso de hacer mejor nuestra patria”, proclamó desde un balcón en el Palacio de La Moneda, sede de Gobierno.
La izquierda iberoamericana arropó a Boric
Entre los presidentes que acudieron a la investidura en el Congreso chileno, ubicado en la costera Valparaíso, a 120 kilómetros al este de Santiago, estaba el peruano Pedro Castillo, quien calificó a Boric de “hermano”. “Que no solamente nos una la historia de nuestros pueblos, sino los compromisos y los desafíos y, en ese marco, queremos decirle que cuenta con nuestro respaldo”, dijo Castillo a la agencia española EFE.
Quien también habló con los medios tras la ceremonia fue el mandatario argentino Alberto Fernández: “Los chilenos hoy deben estar muy felices, porque han vivido momentos de mucha conmoción social y han resuelto la discusión respetando la institucionalidad y eso es un mérito (…) Habla bien de la calidad democrática del país”, agregó.
Por su parte, el presidente boliviano, Luis Arce, manifestó que “felicitamos al nuevo presidente Boric y al pueblo de Chile, con el que compartimos una larga historia de lucha y resistencia latinoamericana. Tenemos la certeza de que su investidura permitirá fortalecer nuestros lazos de hermandad, creando más puentes de integración”, indicó.
No fueron invitados, sin embargo, los mandatarios de Nicaragua y Venezuela, con los que Gabriel Boric ha marcado distancia desde que se embarcó en la carrera presidencial y ha criticado en reiteradas ocasiones.
“Tengo enorme esperanza de que esta nueva izquierda se convierta en una nueva alternativa en América Latina porque la necesitamos”, apuntó por su parte la escritora nicaragüense y exguerrillera sandinista Gioconda Belli, una de las principales opositoras al régimen de Daniel Ortega.
Belli fue una de las invitadas personales a la toma de posesión de Boric.
Con información del Diario La República