Tres jefes de Gobierno de países de la UE ―Polonia, República Checa y Eslovenia― se han reunido este martes en la capital ucrania con el presidente del país, Volodímir Zelenski, que ha agradecido “realmente” el gesto de apoyo. “Vuestra visita a Kiev en estos momentos difíciles para Ucrania es un claro signo de apoyo”, ha indicado a través de su canal oficial de Telegram, en un mensaje acompañado de un vídeo del encuentro. La Comisión Europea se ha distanciado de la iniciativa.
El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki; su vice primer ministro y líder del partido ultraconservador Ley y Justicia (PiS), Jaroslaw Kaczynski; el primer ministro checo, Petr Fiala; y su homólogo esloveno, Janez Jansa, llegaron a Kiev en tren a través de la frontera polaca para verse con el presidente ucranio.
Tras el encuentro, en una conferencia de prensa con Zelenski, el polaco Kaczynski ha abogado por establecer una “misión de paz” en Ucrania. “Creo que es necesario tener una misión de paz. De la OTAN, posiblemente una estructura internacional más amplia, pero una misión que sea capaz de defenderse y que opere en territorio ucranio”, ha apuntado. “Será una misión que busque la paz, dar ayuda humanitaria, pero al mismo tiempo esté protegida por las fuerzas adecuadas, fuerzas armadas”, ha abundado.
Zelenski ha subrayado por su parte que, mientras que muchos embajadores se han ido de Kiev, los cuatro líderes allí presentes “no tienen miedo de nada y tienen más miedo por nuestro destino”. “Confiamos plenamente en estos países y los líderes de estos países […] Estamos seguros al 100% de que todo lo que debatamos logrará sus objetivos para nuestro país, nuestra seguridad y nuestro futuro”, ha añadido.
En torno a la medianoche, Morawiecki ha tuiteado que “Europa debe entender que si pierde Ucrania nunca será la misma de nuevo”. “Ya no será Europa. Más bien será una versión derrotada, humillada y patética de lo que era. Quiero una Europa fuerte y decidida”, ha sentenciado.
El primer ministro polaco anunció su llegada a Kiev en la tarde del martes con una publicación en Facebook localizada en la capital ucrania: “Esta guerra es resultado de un cruel tirano que ataca a civiles indefensos y bombardea ciudades y hospitales en Ucrania. Tenemos que detener esta tragedia en el Este lo antes posible. Por eso […] estamos en Kiev”. También lo hizo el primer ministro esloveno, al señalar en la misma red social que “los valores europeos están amenazados”. “No hay país en todo el continente más europeo que Ucrania”, agregó.
El objetivo del encuentro con el presidente de Ucrania y su primer ministro, Denis Shmyhal, era transmitirle el “apoyo inequívoco” de los Veintisiete, había informado la oficina de Morawiecki en un comunicado. Varsovia puso en marcha la iniciativa pese a no contar con el respaldo de la UE y de que el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, advirtió de los riesgos de seguridad que implicaba el viaje, según indican fuentes comunitarias en Bruselas. Es la primera visita a la ciudad de dirigentes internacionales desde el inicio de la ofensiva rusa hace casi tres semanas. El jefe de gabinete de Morawiecki, Michal Dworczyk, ha señalado que no había más dirigentes comunitarios en el viaje porque “no todos estaban dispuestos a participar”. Esta es una “decisión individual”, ha agregado, según la agencia polaca PAP.
El desplazamiento, que también tenía como objetivo “presentar un amplio paquete de apoyo a Ucrania y a los ucranios”, fue organizado ―sostiene la oficina del primer ministro polaco― “tras consultar al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen”. “La comunidad internacional ha sido informada del viaje a través de organizaciones internacionales, entre ellas la ONU”, concluye la nota.
Fuentes oficiales de la UE indican que, efectivamente, Michel y Von der Leyen “fueron informados de la intención de viajar a Kiev durante la cumbre europea informal que se celebró en Versalles el pasado jueves y viernes”. Morawiecki les confirmó el lunes por la noche que el viaje se haría finalmente con la participación de los primeros ministros de República Checa y de Eslovenia, según las fuentes europeas.
“Riesgos de seguridad”
Las mismas fuentes indican que Michel advirtió a Morawiecki de “los riesgos de seguridad” que plantea la iniciativa. Un ataque ruso, fortuito o deliberado, contra una comitiva europea podría suponer una escalada internacional en el conflicto de consecuencias imprevisibles para Europa, sobre todo porque los tres países participantes pertenecen a la OTAN. El tratado de la Alianza Atlántica prevé que en caso de ataque contra uno de los aliados, todos los demás deben responder.
Bruselas, por si acaso, se ha distanciado de la iniciativa polaca. Y fuentes comunitarias han subrayado que, en contra de lo sugerido por Varsovia, Praga y Liubliana, el viaje a la capital ucrania “se hace sin ningún mandato del Consejo Europeo”. Y recuerdan que en la cumbre de Versalles los socios de la UE no adoptaron ninguna conclusión formal al respecto.
Al margen del gesto político de apoyo que representa la visita en medio de una guerra que cumple su vigésimo día, la UE prefiere redoblar la presión sobre Rusia con un golpe económico sin precedentes. Von der Leyen ha aplaudido este martes la “rápida aprobación” de un cuarto paquete de sanciones contra Rusia, que “paralizará aún más la capacidad de Putin para financiar esta guerra injustificada”.
La presidenta de la Comisión ha recalcado que “la UE y sus socios mantendrán la presión sobre el Kremlin hasta que detenga la invasión de Ucrania”. El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ha respondido: “Las sanciones no nos van a parar, vamos a seguir trabajando”.
El viaje de los líderes comunitarios se ha producido el mismo día en el que Moscú y Kiev han retomado las negociaciones que iniciaron el lunes. “Un proceso negociador muy difícil y viscoso. Hay contradicciones fundamentales. Pero hay definitivamente espacio para un acuerdo”, ha tuiteado Mijailo Podoliak, asesor del presidente Zelenski, tras concluir la reunión. El diálogo continuará este miércoles, ha agregado.
En esta jornada, la cifra de refugiados ucranios a los países vecinos, sobre todo Polonia, ha alcanzado ya los tres millones, según la Organización Internacional de Migraciones, y se han recrudecido los ataques rusos contra zonas residenciales en Kiev.
La capital se encuentra casi totalmente rodeada por fuerzas rusas. Allí han muerto al menos cuatro personas este martes en ataques a zonas residenciales, ha informado el alcalde, Vitali Klitschko. Se han registrado al menos tres potentes explosiones. Un bloque de viviendas en el noroeste de Kiev ha recibido esta madrugada fuego de artillería pesada, según los servicios de emergencia. Más de la mitad de sus habitantes antes de la guerra ya han abandonado la urbe. El alcalde ha anunciado un toque de queda de 35 horas desde este martes por la noche ante el “peligroso” momento que atraviesa la ciudad.
Con información de El País