Embajadores de los 27 países miembros de la Unión Europea (UE) acordaron aprobar un cuarto paquete de sanciones económicas contra el gobierno de Rusia para presionar un cese de los ataques contra Ucrania, que se han extendido desde la invasión ordenada por Vladimir Putin el pasado 24 de febrero.
Las nuevas medidas estuvieron coordinadas con los países del Grupo de los Siete (G7) que incluye a Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido. Junto a los miembros de la UE acordaron sanciones contra Moscú que afectaran su comercio, sus finanzas y especialmente cercaran a oligarcas que sostienen al Kremlin.
«Tenemos la determinación de apoyar a Ucrania y paralizar la financiación de la maquinaria de guerra del Kremlin. Es otro gran golpe a la base económica y logística en la que se basa Rusia para llevar a cabo la invasión de Ucrania. Queremos que Putin detenga esta guerra inhumana y sin sentido», explicó el alto representante de la UE para la Política Exterior y de Seguridad, Josep Borrel.
El paquete de sanciones contra Moscú, que entrará en vigor este mismo martes 15 de marzo, hace énfasis especialmente en prohibir cualquier tipo de transacción con empresas estatales rusas específicas en diferentes sectores que han sido señaladas previamente como parte del «complejo militar-industrial del Kremlin».
En este sentido, la industria del metal recibirá un duro golpe, ya que se prohibió la importación de acero ruso a la UE. Esto se traduce en la reducción de $3.300 millones en ingresos por exportación para Rusia, de acuerdo con las estimaciones de Bruselas.
El organismo pretende compensar la porción del mercado que representaba Rusia incrementando las cuotas que importan desde países terceros, aunque posiblemente los costos incrementen para los miembros del bloque.
Otra industria estratégica en la que se centran estas sanciones es la energética, pues se aplicaron medidas de «gran alcance» para restringir nuevas inversiones, con excepciones para la energía nuclear civil y el transporte de ciertos productos energéticos que regresan en este momento hacia la UE.
Por otra parte, desde la UE no se podrán exportar bienes de lujo a Rusia. Joyas, vehículos, pinturas y otros artículos de colección no podrán venderse a las élites rusas.
Las sanciones contra Moscú afectarán principalmente a los altos cargos del Gobierno y empresarios vinculados al Kremlin, así como a las empresas en áreas militares y de defensa que apoyen la invasión.
Por último, las medidas contemplan que las agencias de calificación crediticia no puedan calificar a Rusia y a sus empresas, lo que les haría perder aún más acceso a los mercados financieros.
Con información de Deutsche Welle y Tal Cual