Se conmemoran 20 años del 11-A y Venezuela sigue sin superar ese quiebre político

El carácter ambiguo de los hechos de abril de 2002 marcó la comprensión de los venezolanos, sobre todo de los más jóvenes, en torno al conflicto político. “Los sucesos de abril de 2002 son una moneda de uso corriente en la política venezolana, a favor del chavismo o de la oposición”, señala el politólogo Fernando Spiritto.

El historiador Rafael Arráiz Lucca sostiene que los eventos de abril de 2002 aún deben ser analizados. “Sin duda, fue un punto de inflexión tanto para el chavismo como para la oposición, pero me parece que el análisis histórico, político, de fondo, todavía está por hacerse”, resalta.

La movilización convocada para el 11 de abril en Caracas, la que sería una de las marchas más numerosas registradas en el país, tuvo como súbito destino final el centro de Caracas, a pocos kilómetros del Palacio de Miraflores, con el objetivo de solicitar la renuncia del entonces mandatario Hugo Chávez, electo en 1998 y relegitimado en otro proceso electoral en el 2000.

La convocatoria para esa jornada estuvo signada por lo sucedido días antes, en medio del paro laboral protagonizado por empleados de Pdvsa, en una clara señal de descontento por el nombramiento de una nueva junta directiva por parte de Chávez, quien ignoró los criterios meritocráticos valorados hasta entonces por la gestión interna de Pdvsa.

El paro de los trabajadores petroleros fue apoyado por la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), liderada por Carlos Ortega, así como por la Federación Venezolana de Cámaras de Comercio y Producción (Fedecámaras), presidida por Pedro Carmona Estanga, quien sería otro de los protagonistas de los días por venir. La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) también mostró su respaldo a la huelga.

“En 2002, Chávez decidió sacrificar Pdvsa, el activo más importante del país, sin ninguna duda, y hay que ver lo que eso significó para Venezuela. Las consecuencias, años después, están a la vista”, resalta el politólogo Fernando Spiritto.

El conflicto entre el Gobierno y los diversos sectores económicos y sociales que manifestaron cautela con respecto a la figura de Chávez, encontró su punto de no retorno en abril de 2002, luego de tres meses de la aprobación de 49 leyes, un paquete que incluía legislaciones en materia de tierras, hidrocarburos y educación.

“Los sucesos de abril determinaron la marcha del sistema político en Venezuela. Fue un año económicamente importante. En 2001 había caído el precio del petróleo, lo que obligó al Gobierno a ejecutar un ajuste fuerte. A principios de 2002 se devaluó el bolívar en casi 83 %; se eliminó el sistema de bandas cambiarias y el Gobierno inició un programa de ajuste clásico, como los que se habían visto en Latinoamérica. Los eventos de abril se producen en un ambiente económico adverso y eso dice mucho”, explica Spiritto.

El máximo representante de Fedecámaras se juramentó como presidente provisional de Venezuela la tarde del 12 de abril. Ya los venezolanos habían visto por televisión, en vivo y directo, el enfrentamiento que se produjo en la avenida Baralt, cerca de las 2:00 pm del día 11, entre quienes lograron llegar al centro de Caracas desde el este y los simpatizantes de Chávez, que contaban con el apoyo de los llamados círculos bolivarianos, apostados cerca de Miraflores.

La dramática jornada del 11 de abril dejó un saldo de 16 personas fallecidas, entre quienes se encontraban simpatizantes chavistas, opositores y el reportero gráfico del Diario 2001, Jorge Tortoza, quien murió por un disparo en la cabeza.

En la madrugada del 12 de abril, pasadas las 3:00 am, en otra alocución el entonces general del Ejército, Lucas Rincón, informó sobre la renuncia de Chávez, quien fue detenido y trasladado a Fuerte Tiuna aproximadamente a las 4:00 am. En la tarde del 12 de abril, Carmona se juramentó en el Salón Ayacucho de Miraflores, en donde disolvió, mediante un decreto, todos los poderes públicos y removió a las autoridades electas. Así se produjo un nuevo punto de conflicto.

“Lo que pasó el 11 y 12 de abril fue un golpe de Estado apoyado por una coalición de intereses muy poderosos: medios, partidos políticos, así como sectores económicos y de la sociedad civil. Lo que pasó el día 13 fue lo contrario, a Chávez lo repuso en el poder el Ejército. Esa coalición que se armó contra Chávez fue neutralizada por la facción dura del Ejército”, recalca Spiritto.

Dos décadas después de lo ocurrido en abril de 2002 persiste la interrogante sobre la comprensión de lo sucedido.

Los sucesos de abril también están signados por la incapacidad que la oposición mostró para descifrar el determinante momento político.

“La oposición no supo calibrar oportunamente lo que sucedía. No se derrocó la figura de Chávez, sino de un acuerdo de la sociedad que contaba con un amplio consenso como lo tenía la Constitución. Hay un punto de aprendizaje sobre el fenómeno autoritario que se produjo ahí y que se puede emparentar con lo sucedido en 1992 y en 1989”, explica Uzcátegui.

 

Con información de El Pitazo.

Entérate al instante de más noticias con tu celular siguiéndonos en Twitter y Telegram
Suscribir vía Telegram

Lea también

Le puede interesar además

Loading...

Tu opinión vale...