Los tiroteos en Estados Unidos no dan tregua. Este jueves, un hombre armado entró en Columbia Machine, una fábrica de maquinaria de construcción en la localidad de Smithsburg, en el oeste de Maryland, y causó “varios muertos”, según confirmó la oficina del sheriff del condado de Washington en un comunicado. El gobernador de Maryland, Larry Hogan, confirmó poco después que el incidente se había saldado con tres víctimas mortales y que el agresor fue neutralizado por la policía, aunque no se pronunció sobre su estado, informa el diario Baltimore Sun.
La policía de Smithsburg atendió una llamada de emergencia procedente de la fábrica cerca de las 14.30 (hora local). Según las primeras informaciones, el atacante resultó herido durante un enfrentamiento con los agentes de policía que acudieron al lugar y tuvo que ser hospitalizado. Hasta el momento no está claro su estado de salud. “Ya no es un peligro para la comunidad”, se lee en el mensaje de la oficina del sheriff. Según Hogan, tras ser alertados de la presencia del hombre armado, se produjo una persecución policial durante la cual el sospechoso alcanzó de un disparo a un agente en el hombro, tras lo cual él mismo fue herido en la espalda.
El de Maryland es el enésimo tiroteo masivo registrado en lo que va de año. Tras un fin de semana sangriento, en el que varios sucesos dejaron al menos una quincena de muertos, el país aún acababa de digerir dos masacres, perpetradas en menos de un mes en Búfalo (Nueva York) y Uvalde (Texas), que en conjunto dejaron 31 muertos. La primera fue una matanza racista a manos de un supremacista blanco; la segunda, una carnicería en un colegio de primaria que dejó 19 menores y dos profesoras muertas.
El baño de sangre suscitó de nuevo el aplazado debate sobre el control de armas, al que los republicanos se oponen con vehemencia y cuyos avances, aun discretos, topan siempre con el muro del Senado. Es lo que ocurrirá con la ley que eleva la edad legal para adquirir un arma semiautomática, como los fusiles de asalto utilizados por los asaltantes de Búfalo y Uvalde. Este jueves, la Cámara de Representantes votó a favor de una iniciativa legislativa que permite activar un procedimiento para confiscar armas de fuego a personas que puedan representar un peligro para otras o para sí mismas. Es lo que en Estados como Nueva York, con una de las legislaciones más restrictivas al respecto, se conoce como leyes “de bandera roja”. La tímida medida se estrellará con toda probabilidad contra la oposición republicana en el Senado, pese a la reiterada invitación del presidente Joe Biden a legisladores conservadores para aunar esfuerzos contra lo que la Casa Blanca viene calificando de epidemia, la de la violencia armada, que ha experimentado un considerable incremento desde 2020. .
Estos han sido días muy ajetreados para el gobernador de Maryland, que la víspera debió responder a la amenaza contra el juez del Tribunal Supremo Brett Kavanugh, después de que un hombre armado se aproximase a su residencia con intención homicida, en una inquietante deriva de la polarización que divide al país. “Hago un llamamiento a los líderes de ambos partidos en Washington para que condenen enérgicamente estas acciones en términos inequívocos. Es vital para nuestro sistema constitucional que los jueces puedan cumplir con sus deberes sin temor a la violencia contra ellos y sus familias”, declaró el miércoles.
Con información de El País.com