En la madrugada del viernes un rayo cayó sobre un depósito de petróleo en la ciudad de Matanzas en Cuba, a unos 105 kilómetros de La Habana. Esto dio origen a una explosión que generó un gran incendio, que hasta el momento es incontrolable. En la mañana del sábado se reportó un segundo estallido y los heridos superan el centenar.
La Base de Supertanqueros de Matanzas, un complejo industrial al occidente de Cuba, se vio gravemente afectado cuando un rayo impactó uno de los ocho depósitos de petróleo, generando una fuerte explosión. Otro de los depósitos fue alcanzado por las llamas, haciendo más compleja la situación.
Según las autoridades cubanas hay más de cien heridos. También se sabe que hay 17 bomberos desaparecidos.
Las columnas de humo generadas por los incendios son visibles desde La Habana, a casi dos horas de Matanzas.
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel y su primer ministro, Manuel Marrero, se desplazaron al lugar, catalogándolo como un evento de “envergadura y complejidad”. Aseguraron que su Gobierno está trabajando para evitar que el daño sea mayor.
Se teme que el fuego se pueda desplazar a otros depósitos. Los bomberos no han logrado llegar a los tanques donde se produjeron las detonaciones y habitantes del sector aseguran que las llamas están muy cerca a los otros contenedores.
“Visiblemente se ven muy cercanas (las llamas) a los tanques y los especialistas alertan del peligro real existente de que ello ocurra”, informó Pedro Rizo Martínez, periodista cubano.
El gobernador de Matanzas dijo que más de mil personas fueron evacuadas y que trabajan para trasladar a más individuos, principalmente a quienes viven en lugares vulnerables. Helicópteros militares han arrojado agua de mar y arena sobre los depósitos para evitar la propagación de la conflagración, además buscan enfriar el resto de tanques y evitar nuevas explosiones.
La situación podría empeorar si no se logra el control de los depósitos afectados
Cada depósito tiene la capacidad de albergar 50.000 metros cúbicos de crudo, alrededor de 15 piscinas olímpicas, aunque se desconoce la cantidad que tenían al momento de los estallidos.
Los depósitos se encuentran ubicados casi a tres kilómetros de la central termoeléctrica Antonio Guiteras, la principal del país.
Según Rigel Rodríguez, director de la División Territorial de Comercialización de Combustibles Matanzas, la base cuenta con un sistema de pararrayos, “pero la descarga fue de tal magnitud que no la pudo proteger”.
La generación de energía eléctrica se mantiene con normalidad. La Unión Eléctrica de Cuba aseguró que el servicio «se mantiene funcionando de manera estable» ante los rumores de un corte.
Jorge Piñón, director del Programa de Energía y Medio Ambiente de América Latina y el Caribe de la Universidad de Texas en Austin, dijo que «la zona es un punto de transbordo de combustible a varias plantas termoeléctricas, no solo a la que está cerca, por lo que esto podría ser una muy mala noticia para la red eléctrica».
Por su parte, el Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología de Cuba advirtió que las condiciones climáticas son favorables para que la propagación del humo siga hacia el occidente de la isla.
Se ha recomendado a las personas usar mascarillas, cuidar niños y mascotas, además de evitar exposición directa a la lluvia porque puede venir acompañada de altos niveles contaminantes.
El Ejecutivo de Díaz-Canel solicitó ayuda y asesoría internacional con experiencias en temas petroleros. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador anunció ayuda mediante las Fuerzas Armadas y Petróleos Mexicanos para lograr controlar la situación.
El primer mandatario de Cuba agradeció a países como Venezuela, Rusia, Nicaragua, Chile, Argentina y México por su ayuda, «que con prontitud han ofrecido ayuda material solidaria ante esta compleja situación».
De igual manera, el Gobierno cubano tuvo un acercamiento con la administración estadounidense. Se han coordinado ayudas de asesoría técnica por parte de esa nación, según informó Carlos Fernández de Cossío, vicecanciller de Cuba.
«Mientras tanto, queremos dejar claro que la ley de Estados Unidos autoriza a las entidades y organizaciones estadounidenses a proporcionar ayuda y respuesta ante desastres en Cuba», informó la embajada de Estados Unidos en La Habana.
Los bomberos siguen trabajando por contener las llamas y se espera la llegada de la ayuda extranjera en las próximas horas.
Con información de France24