Es irresponsable y riesgoso perforar 300 pozos de agua en el estado Anzoátegui, tal como lo anunció el gobernador Luis José Marcano.
Así lo señaló el diputado al Consejo Legislativo y miembro de la dirección regional de Primero Justicia, Richard Casanova, al cuestionar el plan destinado, supuestamente, a enfrentar la crisis en el suministro de agua.
De acuerdo con lo dicho por el también directivo del Colegio de Ingenieros de Venezuela (CIV), la medida deja en evidencia las carencias técnicas y la falta de planificación del gobierno regional.
A juicio de Casanova, dicho plan no solucionará el problema del agua. “Sería una inversión ineficiente y si no se procede con la rigurosidad técnica necesaria, podría haber serias consecuencias ambientales y para la salud de la población”.
No hay estudios hidrogeológicos
Asimismo, denunció que según fuentes allegadas, el Ejecutivo no ha realizado los estudios hidrogeológicos indispensables; y tampoco existe un plan que garantice la sustentabilidad del servicio.
Pero además conviene en que la inversión será ineficiente; por cuanto 300 pozos podrían tener un costo cercano a los $9 millones y no garantizan la solución del problema. De hecho cree que con menos recursos pueden rehabilitar el actual sistema de acueductos, brindando un servicio permanente con mayor cobertura y calidad.
“De un pozo muy productivo se pueden extraer de 10 a 15 litros por segundos. Mientras que una inversión menor en el acueducto actual puede traducirse en 8.000 litros de agua por segundo; y de excelente calidad”, puntualizó Richard Casanova.
Neverí y Turimiquire satisfacen las necesidades
De igual manera, destacó el dirigente de PJ, que siendo el río Neverí y la cuenca del Turimiquire fuentes inagotables; dicha inversión podría satisfacer la demanda y garantizaría un servicio de calidad y confiable a largo plazo.
En tal sentido, afirmó que perforar 300 pozos puede ser un despilfarro de varios millones de dólares; con el agravante de que no hay quien ejerza la función contralora, ni una adecuada inspección de las obras.
Según la legislación vigente, las perforaciones deben estar soportadas por estudios que determinen el potencial real del pozo, su ubicación y distancia de otros pozos. Así como los parámetros de operación para evitar que sean sobreexplotados y al cabo de 6 meses terminen secándose y secando otros pozos del entorno.
“De manera que no se trata de traer una máquina, perforar y luego conectar la mayor bomba posible. Eso es irresponsable y puede ser totalmente inútil”, agregó.
Riesgos
Pero además, Casanova advirtió que la perforación indiscriminada de pozos y su sobreexplotación puede traer consecuencias; tanto para la vegetación del entorno como para la fauna.
“Lo más grave es que el agua extraída de pozos no es necesariamente apta para el consumo humano; pudiendo estar contaminada con excesos minerales e incluso heces fecales como consecuencia de filtraciones o errores en perforación”.
Por tal motivo, considera Casanova que el manejo irresponsable de tecnologías hidráulicas pudiera, eventualmente, generar severos problemas de salud pública.
“Mi condición de parlamentario regional me obliga a hacer las advertencias del caso al Ejecutivo regional. Y como directivo nacional del CIV, ponemos a la orden del gobernador el concurso de profesionales especializados; para no improvisar con un tema tan sensible como el agua. Y menos en nuestro estado, donde la crisis ha adquirido dimensiones catastróficas; pues existen sectores en Barcelona que tienen hasta 4 meses sin recibirlo”, concluyó.
Nota de prensa / DCN