Más de cuatro año después de que el mundo llorara la muerte de Anthony Bourdain, han salido a la luz por primera vez los últimos mensajes que envió el afamado chef y escritor antes de quitarse la vida en Francia, donde grababa un episodio más de su serie Parts Unknown de CNN
Entre los mensajes que Bourdain dejó antes de morir hay unos muy polémicos dirigidos a su entonces novia, la actriz y directora italiana Asia Argento, que poco antes del suicidio del chef había sido fotografiada bailando con otro hombre.
Leerhsen que saldrá a la venta el próximo 11 de octubre y que lleva por nombre Down and Out in Paradise: The Life of Anthony Bourdain, se podrán conocer algunos de los mensajes de textos o correos electrónicos enviados por el chef de 61 años desde su teléfono celular o su ordenador.
Cinco días antes de que se suicidara ahorcándose en la habitación de su hotel en la localidad de Kayserberg, Bourdain vio cómo la prensa se hacía eco de unas fotos de su novia con el joven periodista francés Hugo Clémen en un hotel de Roma al que solían ir juntos.
Esto, ligado a las depresiones que padecía, influyó mucho en su estado de ánimo, como bien puede verse en los mensajes enviados a Argento, que se han develado en el nuevo libro.
«Estoy bien. No soy rencoroso. No estoy celoso de que hayas estado con otro hombre. No te poseo. Eres libre. Como dije. Como prometí. Como realmente quise decir «, le dijo a la actriz después de ver las fotos en la prensa.
«Pero fuiste descuidada. Fuiste imprudente con mi corazón. Mi vida», añadió.
Otros de los mensajes fue: «Tal vez está en nuestros dos personajes. Pero siempre eres honesta conmigo, quiero ser honesto contigo. No te envidio esta parte de ti, como espero que no me envidien. Pero es eso lo que escuece. Quise decir y quiero decir todo lo que te he dicho. Pero espero que tengas piedad de mí por estos sentimientos».
A estos mensajes Argento respondió: «No puedo con esto».
Por su parte, Bourdain le dijo: «Habría sido tan fácil haberme ayudado aquí. Necesitaba tan poco. Pero «jodxxte» es tu respuesta».
Argento en ese entonces se quejó de su «posesividad idiota», lo llamó «burgués» y le dijo que «llamamara al maldito médico». «Yo soy la víctima aquí», le aseguró.
La respuesta de Bourdain fue: «No puedo creer que me tengas tan poco afecto o respeto que no sientas empatía por esto».
De acuerdo con el autor del libro, Argento decidió poner fin a su relación por la «posesividad» de Bourdain, quien al día siguiente de la discusión le envió otro mensaje para llegar a una reconciliación: «¿Hay algo que pueda hacer?», le dijo, pero Argento respondió: «Deja de reventar mis pelotas». Luego el chef dijo: «OK».
La relación de Argento y Bourdain estuvo marcada por el tiempo que estaban separados, ya que el chef se pasaba la mayor parte del año viajando. Bourdain la había apoyado públicamente cuando la italiana denunció que también había sido víctima de Harvey Weinstein, además de respaldarla financieramente e incorporarla a sus proyectos, señala el libro.
Según Leerhsen, atormentado por su situación profesional y personal, Bourdain se la pasaba «inyectándose esteroides, bebiendo hasta perder el conocimiento y visitando prostitutas, y casi había desaparecido de la vida de su hija».
En el libro, donde se revela además que Bourdain se sentía «solo» y «en constante incertidumbre», salió a la luz un mensaje que le enviara a su expareja y madre de su hija, Ottavia Busia-Bourdain, con quien aún estaba casado en el momento de su muerte. «Odio a mis fans también. Odio ser famoso. Odio mi trabajo», le dijo.
Con información de People en Español