La canciller de Panamá, Erika Mouynes, visitó uno de los puntos de entrada de migrantes en el Tapón del Darién, la frontera natural con Colombia, en la víspera de su incorporación a la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), donde la migración será uno de los principales temas centrales a tratar.
«Vuelvo a estas comunidades ante la creciente ola migratoria que venimos experimentando. Resalto el trabajo inter-institucional que llevamos adelante para la atención humanitaria de las personas migrantes», dijo la canciller panameña en Canaan Membrillo, una de las principales entradas de migrantes.
Agregó que en la 52° asamblea de la OEA, que se celebrará en Lima del 5 al 7 de octubre, destacará la situación de Panamá, «con el cada vez mayor número de migrantes que ingresan desde Colombia y la necesidad de adoptar medidas conjuntas y de responsabilidad compartida con la celeridad que el tema exige, hoy más que nunca».
La canciller panameña se entrevistó con los migrantes, que dieron sus testimonios sobre la complejidad de atravesar la peligrosa selva, así como visitó los puntos de acogida y embarque.
“Logramos atender y controlar (la situación) de manera exitosa coordinando esfuerzos diplomáticos regionales», señaló Moynes.
«Hoy estamos ante un nuevo incremento, esta vez por una migración venezolana que atraviesa Colombia y busca llegar a EE. UU. Nuevamente es necesario actuar de con firmeza, involucrando a todos los actores, en busca de soluciones regionales con enfoque humanitario», destacó.
La canciller participará en una reunión de coordinación ministerial de la OEA sobre la Declaración de Los Ángeles en materia de Migración y Protección para plantear «la necesidad de estabilizar las comunidades de donde proviene la migración irregular como medida para mitigar este fenómeno creciente», según el comunicado del ministerio de exteriores.
Mouynes también tiene previsto reunirse con el canciller de Colombia,Álvaro Leyva, y el de Costa Rica, Arnoldo Tinoco, para proponer un enfoque de manejo integral ante este el incremento del flujo migratorio.
Panamá atraviesa una nueva oleada migratoria con 134.178 migrantes en lo que va de año, después de que en 2021 pasado atravesaran la peligrosa selva del Darién unos 133.726 transeúntes en su camino hacia Norteamérica en busca de una mejor calidad de vida.
El país es usado como puente de Suramérica a Centroamérica, pero para llegar hasta Panamá deben cruzar la selva del Darién, considerada de las rutas migratorias más peligrosas del mundo y el único punto donde corta la carretera Panamericana, tanto por su propio entorno salvaje como por la presencia de grupos armados.
Los migrantes denuncian que sufren asaltos y agresiones sexuales por parte de criminales, algunos de los cuales ya han sido apresados y condenados en Panamá según han informado las autoridades.
Con información de Versión Final.