Bajo el nombre Nos duele la universidad la organización Gritemos con Brío, por medio de su iniciativa Todos por la educación, estrenaron esta nueva campaña.
La intención es comunicar a la sociedad y a la variada comunidad universitaria el estado de abandono de las casas de estudio.
Así lo afirmó Miguel Barone, coordinador nacional de Gritemos con Brío, quien hace hincapié en que el deterioro no solo hace referencia a las infraestructuras.
También -dice- a la forma en la que la falta de inversión ha afectado todas las áreas de la educación universitaria.
En vista que las clases presenciales se desdibujaron de la memoria colectiva, lo cual promovió aún más el abandono y trastoca las dinámicas de clases e incluso, debilitó la política universitaria.
“Aunque las clases en línea fueron una solución para gran parte del mundo. En Venezuela, esto sirvió para dejar en el olvido a muchos espacios de la universidad y ahora que regresamos nos encontramos con una universidad pública deteriorada”, detalló el exlíder estudiantil.
Esta campaña es una de las tantas propuestas que Todos por la Educación ha venido aplicado en los 8 estados en los cuales se encuentra presente.
“Es una forma de poner en la palestra pública los problemas educativos”, dijo Barone, quien además detalla que al ponerlos en el escarnio público también se está haciendo presión en el gobierno para que estos casos sean una prioridad a resolver.
En vista que en los últimos cinco años los casos de deserción estudiantil se han disparado.
En el caso de la Universidad de Carabobo la cantidad de estudiantes disminuyó más del 50%, pasando de sus originales 60.000 alumnos, a los actuales 25.000, afirmó en entrevistas a medios el vicerrector administrativo José Ángel Ferreira.
Estos números, más el abandono, vuelve imperiosa la necesidad de alzar la voz en torno a todas las problemáticas que a su juicio parecen olvidadas en las universidades como es el caso de la participación femenina:
“Hemos documentado que al interior de las universidades pareciera no ser mayoritario ni paritario. También está el acoso, el cual está presente en todas las universidades, en donde no hay ningún tipo de protocolo en las universidades para hacer frente a la violencia sexual”, explicó Barone
Además de UC, UPEL Maracay, USB, así como en la UDO (principalmente núcleo Nueva Esparta).
Barone abre la oportunidad a estudiantes que quieran formar parte y unir a sus casas de estudios al proyecto, pueden hacerlo mediante la página oficial de la alianza www.todosporlaeducación.com
Barone destaca que la expectativa es que la campaña logre fuerza con el regreso a clases el cual sigue siendo una razón de debate para muchos, en vista que una parte prefiere seguir en la virtualidad por temas económicos.
De hecho,en la ULA el presupuesto otorgado desde el gobierno central no alcanza ni el 1%, una historia que se repite en otras casas de estudio.
Entre tantas necesidades, Adriana Adrián coordinadora de la iniciativa en Nueva Esparta apuntó a la Universidad de Oriente, núcleo Nueva Esparta como uno de los ejemplos de abandono a la infraestructura, una razón que usa de sustento para recordar que a los venezolanos les debe “doler sus universidades”.
De acuerdo con su reporte, la casa de estudios no cuenta con baños disponibles para octubre de 2022. Lo cual complica la dinámica estudiantil y profesoral.
En el caso de la UCV la ausencia de un plan para rescatar el Aula Magna es preocupante, más aún cuando hay una comisión gubernamental trabajando por la recuperación del campus.
“Es un espacio con el que sueñan tantos jóvenes por lo simbólico de graduarse ahí. Hoy por hoy no existe plan alguno”, detalló Jesús Mendoza, representante en dicha universidad.
Para los mismos estudiantes desplazarse dentro del campus Bárbula es difícil puesto que su extensión es de 300 hectáreas y las facultades son distantes entre sí.
Además a eso le suman la galopante inseguridad que reina en la zona.
Asimismo, Barone informó que la campaña Nos duele la universidad es también un recordatorio a las autoridades universitarias.
La idea es que busquen y faciliten mecanismos para que los estudiantes se mantengan en las aulas, para que los profesores tengan mejores ingresos.
A eso le suman que los horarios sean distribuidos de forma equitativa.
“Esto requiere de respuestas que pareciera que deberíamos aceptar que el Estado no lo va a atender y que estas vendrán de las localidades”.
Finalmente declaró que la campaña busca hacer presión sobre la renovación de las autoridades, así como una renovación periódica de representaciones estudiantiles.
Esto sería como una forma de evitar vicios dentro de la dinámica universitaria. “Nos duele la universidad y si nos duele hay que actuar por ella”.
Con información de Caraota Digital