El derrumbe de la plataforma de criptomonedas FTX sigue afectando al sector de las criptomonedas, una semana después de su bancarrota, con inversores que se agrupan para denunciar a los responsables y conocidas empresas que toman medidas para protegerse.
Este miércoles, el banco de inversiones en criptoactivos Genesis Global Trading suspendió temporalmente la iniciación y amortización de préstamos en su unidad crediticia, Genesis Global Capital, por una falta de liquidez agravada por la caída de FTX, según dijo en Twitter su empresa matriz, Genesis.
Genesis Global Capital tiene una base de clientes institucional y a finales del septiembre tenía préstamos en activo por valor de 2.800 millones de dólares, de acuerdo con los informes de su página web.
A raíz de ese movimiento, también este miércoles la plataforma Gemini anunció que pausó las retiradas de dinero de un programa conjunto que ofrece junto a Genesis llamado Earn, en el que los usuarios ganan altos intereses al depositar sus criptomonedas, aunque dijo que el resto de sus productos no están afectados.
Otra de las fichas de dominó tocadas por FTX es la plataforma BlockFi, que esta semana reconoció tener una «exposición importante» a FTX y a su firma de inversiones asociada, Alameda Research, después de que hace unos meses fuera rescatada por la empresa que hoy está quiebra.
BlockFi ha paralizado las retiradas de dinero de los depósitos de sus clientes y se prepara para acometer despidos y acogerse a un proceso de bancarrota, según publicó este miércoles The Wall Street Journal, que cita a fuentes conocedoras del asunto.
Mientras tanto, un grupo de inversores en Estados Unidos impusieron en Miami (Florida) una demanda colectiva contra FTX, su directivo, Sam Bankman-Fried, y varias celebridades que promocionaron la plataforma, entre ellas los deportistas de fútbol americano Tom Brady y el baloncestista Stephen Curry.
Según el medio NBC, los denunciantes acusan a la plataforma de captar a «inversores poco sofisticados en todo el país» y de causarles daños económicos que ascienden a 11.000 millones de dólares.
FTX se convirtió en los últimos años en una de las plataformas de criptomonedas más importantes del mundo con un valor estimado de 32.000 millones de dólares, pero se derrumbó en unos días entre dudas sobre su solvencia, lo que llevó a muchos usuarios a apresurarse a retirar su dinero, dejándola sin liquidez y en busca de un rescate.
Esa inyección de capital nunca llegó y FTX terminó por declararse en quiebra el pasado viernes, asegurando que esa era la mejor fórmula para proteger a sus clientes y buscar que puedan recuperar su dinero.
Según se ha sabido desde entonces, FTX habría usado miles de millones de dólares de sus clientes para financiar arriesgadas apuestas a través de Alameda Research, una práctica en principio ilegal si no contaba con el visto bueno de los usuarios, por lo que está siendo investigada en EE.UU. y las Bahamas, donde tiene su sede.
Fuente: EFE