El propietario de Twitter, Elon Musk, abrió fuego el lunes contra Apple por su estricto control de lo que está permitido en la App Store, diciendo que el fabricante del iPhone ha amenazado con expulsar su recientemente adquirida plataforma de redes sociales.
Musk también se unió al coro de quejas por la tarifa de 30 por ciento que Apple cobra por las transacciones a través de su App Store, la única puerta de entrada para que las aplicaciones accedan a sus más de mil millones de dispositivos móviles.
Una serie de tuits disparados por Musk incluían un meme de un automóvil con su nombre de pila virando hacia una rampa de salida de la autopista con la etiqueta «Go to War», en lugar de continuar hacia «Pay 30%». El multimillonario también tuiteó que Apple ha «amenazado con retirar a Twitter de su App Store, pero no nos dice por qué».
Dudas de los anunciantes
Aunque Musk dice que Twitter está experimentando una interacción récord con él al mando, su enfoque ha sorprendido a la principal fuente de ingresos de la empresa: los anunciantes. En las últimas semanas, la mitad de los 100 principales clientes de Twitter han anunciado que suspenderán o «aparentemente han dejado de anunciarse en Twitter», según un análisis realizado por el grupo de vigilancia sin fines de lucro Media Matters. Musk acusó el lunes a Apple de haber «dejado en su mayoría de anunciarse en Twitter».
En los primeros tres meses de 2022, Apple fue el principal anunciante en Twitter, gastando unos 48 millones de dólares en anuncios que representaron más del 4 por ciento de los ingresos de la plataforma de redes sociales, según un informe del Washington Post que cita un documento interno de Twitter.
Empresa non grata
Sarah Roberts, experta en estudios de la información de la Universidad de California en Los Ángeles, dijo a la AFP que «Musk no entendió que Twitter en sí mismo era una marca y tenía prestigio. Ahora las empresas ni siquiera quieren asociarse con ella. Ni siquiera es que se preocupen por el contenido. Twitter es una marca contaminada, una marca non grata con la que las empresas no quieren asociarse”, agregó.
Con información de DW – US LATM