Brasil registró en 2022 una inflación del 5,79 %, una tasa muy inferior a la de 2021 (10,06 %) pero por encima del techo de la meta que el Banco Central se había impuesto para el año (5,0 %), informó este martes el Gobierno.
La tasa acumulada en doce meses hasta diciembre fue la menor de todo el año y le permitió al país terminar con un índice muy inferior al que se temía en los primeros meses, cuando el fuerte aumento de los precios provocado por la guerra en Ucrania y la pandemia de la covid-19 en China parecía fuera de control.
La mayor economía latinoamericana llegó a registrar una inflación interanual del 12,13 % en abril, la mayor para un período de doce meses en los últimos doce años, y ese índice fue cayendo gradualmente hasta 6,47 % en octubre, 5,90 % en noviembre y 5,79 % en diciembre.
Esa desaceleración se produjo luego de que el Gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro eliminara los impuestos sobre los combustibles, principales responsables por el salto de la inflación al comienzo de año.
La fuerte caída de los precios de la gasolina y del diesel permitieron que Brasil registrara por primera vez en su historia tres meses seguidos de deflación: -0,68 % en julio, -0,36 % en agosto y -0,29 % en septiembre.
El nuevo presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, llegó a anunciar la suspensión de ese subsidio para los combustibles este mes, cuando asumió la Presidencia, pero finalmente optó por mantenerlo para evitar un aumento de la inflación en sus primeros meses de Gobierno.
Pese a que fue muy inferior al 10,06 % de inflación medido en 2021, la tasa de 2022 se ubicó por encima de la de 2020 (4,52 %) y de la de 2019 (4,31 %) y fue la segunda mayor desde 2016 (6,29 %).
El índice de 2022, sin embargo, superó por cuarto año consecutivo el techo de la meta que se había impuesto el Banco Central.
El Emisor se había fijado para 2022 una meta de inflación del 3,5 %, con un margen de tolerancia de 1,5 puntos porcentuales, lo que permitía al índice variar entre un mínimo del 2,0 % y un máximo del 5,0 %.
Los economistas del mercado prevén que la inflación se mantendrá estable en 2023, para cuando esperan una tasa del 5,31 %, y que bajará al 3,7 % en 2024 y al 3,3 % en 2025.
De acuerdo con los datos divulgados por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE), la inflación de diciembre fue del 0,62 %, la mayor tasa de los últimos 6 meses, por encima de la de noviembre (0,41 %) pero por debajo de la del mismo mes de 2021 (0,73 %).
De acuerdo con el organismo de estadísticas, la inflación en 2022 fue presionada principalmente por el aumento de los precios de los alimentos, del 11,64 % en el año con lo que fueron responsables por casi la mitad del índice anual (2,41 %).
También presionaron la inflación los precios del sector salud y cuidados personales (+11,43 %). Los precios que más subieron en el año, sin embargo, fueron los de textiles y confecciones (+18,02 %).
En contrapartida, los precios del sector transportes, que incluye los combustibles, cayeron un 1,29 % en el año.
Para la desaceleración de los precios en los últimos meses en Brasil también contribuyó la decisión del Banco Central de subir la tasa básica de intereses del país al 13,75 % anual, su nivel más alto desde 2016.
Con información de EFE