Bolsonaro lleva en EE.UU desde el 30 de diciembre y está pendiente de un cambio de visado solicitado por su abogado en enero para permanecer seis meses más en este país, al que llegó dos días antes de terminar su mandato.
Este tiempo ha estado instalado a Florida, de donde partió el viernes a la capital estadounidense para participar en la CPAC, como telonero del expresidente estadounidense Donald Trump (2017-2021).
Bolsonaro se encontraba en EE.UU. cuando miles de sus seguidores invadieron y vandalizaron el 8 de enero las sedes del Parlamento, la Presidencia y la Corte Suprema, por lo que ha sido incluido en la lista de investigados del Supremo por supuesta incitación.
En su discurso de este sábado en la CPAC no hizo alusiones ni a lo sucedido ni a un eventual regreso a Brasil, pero sí dejó caer que, aunque agradece la oportunidad de haber ejercido un mandato, su misión «no ha terminado».
En sus declaraciones a la prensa más tarde, Bolsonaro fue preguntado por la polémica de las joyas regaladas por Arabia Saudí y denunció que le quieren comparar con su sucesor en el cargo, Luiz Inácio Lula da Silva, a quien tachó de «bandido».
«Me acusan por un regalo que yo no recibí, ni la primera dama. Hasta el valor fue una sorpresa para mí», lamentó el exmandatario, quien indicó que está siendo «crucificado» por este asunto.
«Leí en los periódicos artículos diciendo que intenté llevar las joyas de forma ilegal a Brasil -agregó- y eso es mentira».
«La prensa además habla de una cosa absurda, que yo tendría que pagar el 50 %. Tendría que pagar 8 millones de reales (1.538.461 dólares) -indicó-. ¿De dónde voy a sacar yo ese dinero, por Dios santo? Soy una persona que no tengo bienes como para asumir eso».
Bolsonaro ha viajado a Washington acompañado por el exministro de Turismo Gilson Machado y por el diputado federal Eduardo Bolsonaro, el tercero de sus hijos. Machado había anticipado en su cuenta de Twitter que tras su discurso el exmandatario tenía previsto encontrarse con Trump.
Sin embargo, preguntado este sábado por EFE, Machado señaló que no era seguro que el encuentro entre ambos líderes de ultraderecha vaya a producirse.
En sus declaraciones a la prensa, Bolsonaro recordó que es amigo de Trump: «Le tengo alta estima y mi hijo Eduardo es más próximo a su familia».
Los periodistas también le cuestionaron sobre la ola de Gobiernos de izquierda en Latinoamérica y consideró que «no tiene nada de bueno. Mire usted a Venezuela, el país más rico del mundo en petróleo hundido en una pobreza equivalente a la de Haití».
Con información de EFE