Con motivo al 52 período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, el Sr. Franklin Caldera, padre del primer teniente Franklin Caldera Martínez, denunció que su hijo fue víctima de violación de derechos humanos por parte de los funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim).
Caldera precisó que su hijo, quien lleva más de 760 días detenido por razones políticas, ha sufrido episodios de torturas físicas y psicológicas. Además de estar privado de su libertad en un lugar en el que sus garantías fundamentales no se están respetando.
A principios del año 2019, Franklin Caldera desertó del ejército venezolano y decidió irse a Cúcuta, Colombia, sin pensar que allí comenzaría su pesadilla. Tras su aparición, junto a otros militares, en un manifiesto público en contra de Nicolás Maduro, se inició una persecución en su contra y en contra de su familia.
La primera víctima fue su hermana, quien también era militar y teniente; sufrió abusos psicológicos, verbales y físicos. Como secuela de estos episodios de violencia, sufrió al menos 3 abortos espontáneos.
Mientras que sus padres resultaron en las segundas víctimas, quienes por razones de salud tuvieron que abandonar la clandestinidad. Como resultado los detuvieron por al menos 5 días, sufriendo violaciones al debido proceso y siendo interrogados sobre el paradero del teniente.
Meses más tarde, el teniente Franklin Caldera volvió a salir a la luz pública mediante la «Operación Aurora». Esta se trató de una rebelión militar integrada por oficiales cuyo objetivo se basó en proteger a los indígenas del sur de Venezuela de las amenazas estatales de represión, persecución y minería ilegal.
A principios de 2020, Caldera viajó al norte de Santander para encontrarse con su pequeño hijo; pero efectivos del Dgcim lo detuvieron arbitrariamente.
Ya en manos de la policía, lo trasladaron a Caracas, en donde resultó víctima de torturas físicas y psicológicas. En 2021, lo trasladaron al centro de detención militar Ramo Verde, en Los Teques, a las afueras de Caracas. Desde allí inició su juicio sin poder acceder a una defensa personal.
Franklin Caldera, durante su derecho de palabra en el Consejo de Derechos Humanos, expresó que en Venezuela la sociedad civil ha estado en constante hostigamiento y persecución. Además dijo que son estas asociaciones quienes documentan y denuncian los distintos casos de violaciones de derechos humanos que ocurren en el país, como el de su hijo.
En tal sentido, instó a que se rechazara el proyecto de ley con el que el régimen de Maduro, a través de la AN, busca controlar y vulnerar la libre asociación en el país, y con esto, cerrar aún más los espacios cívicos ya existentes.
Con información de El Nacional