Pasaron 26 días del accidente y. por lo pronto. solo se tienen algunas pistas de los cuatro menores de edad que están perdidos tras el accidente de la avioneta Cessna 206 de matrícula HK 2803.
No obstante, los objetos hallados, además de avivar la esperanza de encontrarlos con vida, permitieron trazar una posible trayectoria del recorrido que habrían realizado los menores desde el siniestro, reseñó El Tiempo.
De acuerdo con el mapa de las Fuerzas Militares, los niños estarían caminando hacia el oeste de la selva.
En ocho eventos se dividió la ‘Operación Esperanza’. Cada uno de esos tiene un día específico y una hora. El trazo de las pistas llevó a demostrar que los niños habrían caminado cerca de 5 kilómetros o más.
Las autoridades hicieron una secuencia lógica de los indicios, aunque los hallazgos se dieron en otro orden.
El siniestro fue hallado el pasado 15 de mayo a las 8 de la noche en los límites del Guaviare y Caquetá.
Según mostraron las Fuerzas Militares en imágenes, la avioneta se encontraba totalmente destrozada. Cerca al siniestro estaban los cuerpos de Herman Mendoza, el piloto, Hernando Murcia Morales y Magdalena Mucutuy, madre de los niños perdidos.
Pero faltaban los cuatro niños que también iban en la avioneta. Fue ahí cuando inició la búsqueda de los niños.
Sobre las 5:10 p. m., del pasado 23 de mayo, fue hallado un pañal y el protector de un celular.
Los objetos estaban ubicados a menos de un kilómetro del lugar del accidente. De hecho, estaba a 560 metros de distancia.
“Por el estado de estos elementos, los menores habrían estado allí entre el 3 y 8 de mayo aproximadamente, lo que permite deducir que existe la posibilidad de que los cuatro niños hayan salido con vida del accidente”, informó el Ejército.
El siguiente rastro fue otro pañal, una tapa rosada de un tetero y un marco negro de un celular. Estos estaban a 428 metros de distancia al noroccidente del punto donde el monomotor HK2803.
Esta otra pista fue hallada el mismo 23 de mayo, 15 minutos después del anteriormente mencionada. El ejército informó que “posiblemente no sufrieron heridas abiertas, pues no se encontraron rastros de sangre”.
El cuarto evento fue hallado a un kilómetro de distancia del siniestro. La línea trazada indicaría que los menores van hacia el oeste.
Las autoridades en su momento señalaron que “gracias a la orientación del camino Ulises, las Fuerzas Especiales ubicaron el que sería un refugio construido de manera improvisada con palos y ramas. Allí los uniformados encontraron unas tijeras y unas “moñitas” que usualmente emplean las mujeres para sujetar el cabello”.
Encontrado el 15 de mayo a las 10 a. m., el tetero estaba en la mitad de los 3 y 4 kilómetros de distancia del siniestro, gracias a uno de los caninos entrenados.
Se cree que dicho tetero pertenecía al bebé de 11 meses que también viajaba en la aeronave y quien ahora estaba siendo guiado por sus hermanos mayores.
A 4 kilómetros de donde se encontró la aeronave, las Fuerzas Especiales encontraron cáscaras de Maracuyá consumidas hace alrededor de 3 días.
El sexto evento del mapa es la maracuyá, ubicada a 4 kilómetros de donde se encontró la avioneta. Esto aumentó la posibilidad de encontrarlos con vida.
De hecho, el pediatra Ramón de las Salas señaló que los niños habrían sobrevivido comiendo frutas.
“De hambre no se van a morir. Con estas frutas que al parecer han consumido, por su alto contenido de azúcar, pueden sobrevivir. Lo que sí sería un gran problema es la deshidratación y sus consecuencias, eso podría llevarlos a la muerte por un desequilibrio hidroeléctrico”, explicó el médico.
Los dos últimos eventos en los que se hizo la secuencia lógica son las huellas de los niños. La primera fue hallada el pasado 17 de mayo sobre las 4 y 45 p. m. y la segunda fue hallada el 18 de mayo a las 11:12 a. m.
La última huella estaba a casi 5 kilómetros de distancia del siniestro.