El euro fue resistente en 2022 pese a la guerra de Rusia en Ucrania y el aumento de los riesgos geopolíticos y se mantuvo como la segunda divisa más importante del mundo, según el Banco Central Europeo (BCE).
El BCE publicó este miércoles su revisión anual sobre la importancia internacional del euro en la que destaca su resistencia en 2022 pese al aumento de los riesgos geopolíticos y la elevada inflación.
La cuota del euro en varios indicadores de uso internacional de la divisa se acerca al 20% de media.
«El año pasado estuvo marcado por el estallido de la guerra de Rusia en Ucrania y el aumento de los riesgos geopolíticos, en un contexto de incremento de las presiones inflacionistas», dice el BCE en el informe.
En este contexto, el euro se mantuvo como la segunda divisa más importante del mundo.
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, dice en el informe que «pese a la sucesión de nuevos impactos, la importancia internacional del euro se mantuvo resiliente en 2022» y que esta resistencia fue notable.
Sin embargo, añade Lagarde, «el estatus de divisa internacional no debería darse por garantizado. Este nuevo paisaje aumenta los deberes de los políticos europeos de crear las condiciones para que el euro prospere».
La cuota del euro en las tenencias globales de euro de las reservas en divisas aumentó el año pasado en 0,5 puntos porcentuales hasta el 20,5%, medida a tipos de cambio constantes.
La cuota del euro también aumentó en las liquidaciones de divisas y en la circulación de deuda internacional, préstamos y depósitos.
Se mantuvo estable la importancia internacional del euro en la emisión de bonos denominados en divisa extranjera, incluidos los bonos verdes y en las facturas de las importaciones y exportaciones de fuera de la zona del euro.
El miembro del comité ejecutivo Fabio Panetta dijo al presentar el informe que «una integración económica y financiera europea mayor será esencial para aumentar la resistencia» del euro en una economía mundial más fragmentada.
Poco después de que Rusia invadiera a Ucrania, se impusieron sanciones sin precedentes a Rusia, como congelar casi la mitad de las reservas en divisas del banco central ruso y excluir a muchos bancos rusos del sistema de pagos internacionales SWIFT.
Por ello se pensó que algunos países que no son amigos de EEUU darían la espalda al dólar y al euro reduciendo sus exposiciones, pero no ha sido así.
«La fragmentación en el sistema monetario internacional desde la invasión de Rusia ha estado hasta ahora restringida a anuncios y casos específicos» y no apunta un cambio de tendencia mayor, según el BCE.
Por ejemplo, Gazprom y China National Petroleum Corporation (CNPC) firmaron en septiembre del año pasado acuerdos para empezar a pagar suministros de gas a China en rublos y yuanes, en vez de en dólares y euros.
Los fabricantes de acero y cemento indios compraron carbón ruso con renminbis chinos, dírham de los Emiratos Árabes Unidos, dólares de Hong Kong y euros.
El presidente ruso, Vladímir Putin, y el turco, Recep Tayyip Erdogan, acordaron pagar el 25 % de los suministros de gas natural ruso a Turquía en rublos en un futuro cercano.
Rusia y el Banco Central de Irán discutieron a comienzos de este año crear una moneda digital estable respaldada por el oro para las liquidaciones del comercio exterior en una zona económica especial.
Argentina y Brasil comienzan los preparativos para crear una moneda común e invitan a otros países de Latinoamérica a unirse al bloque.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, pidió en abril de este año en una visita a China a los BRICS, integrados por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, sustituir el dólar y usar sus propias divisas en el comercio internacional.
Rusia ha aumentado el uso del renminbi en sus exportaciones los últimos meses, algo que no hacía antes de la guerra.
El uso del euro en el comercio de Rusia ha bajado y ha sido desplazado por el renminbi. La cuota del comercio de Rusia facturado en renminbi aumentó al 16% en diciembre de 2022 desde prácticamente 0 antes de la invasión a Ucrania.
El renminbi no es una alternativa a corto plazo al dólar y al euro principalmente porque no fluctúa libremente en el mercado de divisas sino que está muy vigilado por las autoridades chinas, pero esto puede cambiar y algo que no ha ocurrido en veinte años podría producirse en los tres próximos años.
«La importancia internacional del renminbi chino ha progresado pero sigue limitada. Una convertibilidad de la cuenta de capital limitada y una flexibilidad limitada del tipo de cambio impiden el desarrollo de esta función del renminbi», que necesita el respaldo del dólar, añaden los economistas del BCE.
Lo que sí se ha producido desde el estallido de la guerra en Ucrania es un aumento de la acumulación de las reservas en oro de países amigos de China y Rusia.
Con información de Banca y Negocios