El presidente luso, Marcelo Rebelo de Sousa, admitió hoy su sorpresa por la multitudinaria movilización que ha acompañado al papa durante su visita a Lisboa. «Es una cosa nunca vista en Portugal», una «locura» afirmó en alusión al millón y medio de católicos que arropan a Francisco en su misa de despedida de la Jornada Mundial de la Juventud.
«Me quedé sorprendido porque no pensaba que pudiéramos llegar. A los 500.000 sí, de 500 a un millón era difícil, pero más de un millón es una locura. Es una cosa nunca vista en Portugal e irrepetible», admitió en declaraciones a la cadena pública RTP.
«Hay Websummits, hay reuniones internacionales, congresos con 20.000, 50.000 o 100.000 personas, pero no hay nada con más de un millón de jóvenes de todo el mundo», insistió.
El presidente portugués , que ha acompañado estrechamente al papa desde que llegó a Lisboa el pasado día 2, celebró también la «energía» del pontífice, de 86 años, durante esta semana.
«Comenzó cansado y se veía en las primeras mañanas porque el programa era muy fuerte». «La personas no tienen noción de lo que recibió durante estos días, pero a medida que el día avanzaba, iba entrando en una alegría, apartaba los papeles, decía lo que tenía en el corazón y se superaba», afirmó.
Conservador y católico practicante, Rebelo aseguró que la organización de la JMJ «ha funcionado muy bien, podría no haber ocurrido, pero funcionó excepcionalmente bien». Incluso, y «con todo respeto», puntualizó, «ha sido mucho mejor, en todos los aspectos y en términos de proyección», que la Jornada celebrada en Panamá en 2019.
Durante su visita a Lisboa, el papa ha oficiado varas ceremonias multitudinarias, se ha reunido con víctimas de abusos, representantes de otras religiones, jóvenes, enfermos y se ha desplazado al santuario de Fátima.
Tras la misa de despedida, Francisco se reunirá hoy con voluntarios antes de regresar a Roma.
Fuente: EFE