Según las fuentes secundarias de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), la producción petrolera venezolana reportó un retroceso de 42.000 barriles por día (bpd) en agosto para ubicarse en un promedio de 730.000 bpd, por debajo de la media de 741.000 barriles diarios que alcanzó en el segundo trimestre.
Sin embargo, la información oficial del Ministerio de Petróleo venezolano, también reportada por la OPEP, revela un incremento modesto de 10.000 barriles diarios (bd) en el mismo mes, una cifra que ubica la producción promedio en 820.000 bd, 79.000 barriles por día por encima del bombeo estimado por la organización.
Según una nota reciente de Reuters, las exportaciones de crudo de Venezuela cayeron en un promedio de 333.000 barriles diarios en agosto, cuando bajaron a 544.000 bd desde los 877.000 barriles por día que se vendieron en julio, una situación que se debe a problemas con la infraestructura de producción.
Este dato puede explicar la discrepancia existente entre la estimación de producción de la OPEP y la que presenta el gobierno de Venezuela.
De acuerdo con la data propia de la OPEP, Venezuela fue el tercer país con mayor disminución de producción en agosto, superado por Arabia Saudita, cuya extracción bajó en 88.000 barriles diarios y Angola con una caída de 60.000 bpd.
Como dato interesante, después de mucho tiempo, el dato de plataformas de perforación activas en Venezuela se movió para subir de 3 a 7 taladros activos en julio y agosto, lo que parece revelar un esfuerzo concreto por incrementar la producción y no depender de los inventarios acumulados.
Las sanciones de Estados Unidos contra la industria petrolera venezolana han ralentizado las exportaciones de crudo, lo que contuvo el esfuerzo de aumentar la producción casi al 100%.
De acuerdo con el balance de precios de la cesta OPEP, la cotización del crudo referencial venezolano, el Merey de 16 grados API, subió un promedio de 5,2 dólares en agosto, lo que representa una variación de 8,2% en el mes para ubicarse en 63,28 dólares por barril.
Sin embargo, esta cotización es 20,56 dólares por barril inferior al precio de 81,61 dólares que mostraba el crudo venezolano en agosto del año pasado.
Esos 20,56 dólares de reducción por barril pesan mucho en la estructura de ingresos petroleros, ya que PDVSA debe colocar sus exportaciones a través de vías no regulares y con importantes descuentos, aparte de cargar con los costos logísticos de vender a clientes muy lejanos, como China.
En resumen, la situación de la producción petrolera en Venezuela sigue siendo inestable, por lo que la actividad luce estancada y con muy poco margen de crecimiento, lo que también explica los persistentes problemas con el suministro interno de combustibles.
Con información de Banca y Negocios