El vicepresidente de Bolivia, David Choquehuanca, sostuvo este viernes que el pueblo boliviano «sabe quiénes» lo abandonaron «en los momentos más difíciles», en una alusión a la salida del país del expresidente Evo Morales y su colaboradores más cercanos tras su renuncia durante la crisis de 2019.
Choquehuanca señaló que «a algunos hermanos no les conviene hablar de la traición» porque, a su juicio, «han perdido toda la autoridad moral».
«El pueblo boliviano sabe quiénes han traicionado al pueblo boliviano, el pueblo boliviano sabe quiénes nos han abandonado en los momentos más difíciles», afirmó durante un evento por el aniversario de la confederación de fabriles.
También señaló que «a algunos no les conviene hablar de la lealtad porque la lealtad no es algo que se declara, se ejerce».
Para Choquehuanca, la gente espera que sus líderes «actúen en los momentos más difíciles con coraje, valentía y lealtad», como lo hicieron los indígenas Tupac Katari y Bartolina Sisa, o el expresidente Gualberto Villarroel, «quienes han dado su vida por los trabajadores, por los excluidos, por su pueblo».
El vicepresidente pareció aludir al hecho de que tras las cuestionadas elecciones de 2019 que fueron anuladas por irregularidades en medio de denuncias de fraude a favor del entonces mandatario, Morales renunció a la Presidencia alegando ser víctima de un «golpe de Estado» y se fue a México, luego a Argentina y volvió un año después a Bolivia.
Choquehuanca cuestionó que «algunos líderes» han mantenido «convulsionado» y «dividido» al país por la «codicia del poder» y aseguró que los bolivianos «están cansados de la división», el «autoritarismo» y el «culto a la personalidad», algo que la oposición ha criticado siempre a Morales.
Además consideró que en los últimos días «muchos están perdiendo la razón, la cordura, el respeto, el equilibrio» y apuntó sobre todo a quienes llaman «traidor» al presidente del país, Luis Arce, a quienes, no obstante, hay que «tratarlos con piedad para que recuperen la cordura».
También aseguró que harán respetar a las autoridades «elegidas por el pueblo» y fortalecerán la democracia y el «poder» de las organizaciones sociales, que son la base del gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS).
«Muchas de las organizaciones, frente a los intentos de retorno de la dedocracia, de la partidocracia, nos vamos a organizar y el 17 de octubre nos vamos a pronunciar entre todos», añadió el vicepresidente, aludiendo al anunciado «cabildo» o reunión de movimientos sociales afines al oficialismo.
Arce y Morales, que es el máximo líder del MAS, están distanciados en medio de las tensiones internas en el oficialismo que comenzaron a fines de 2021 ante los pedidos del exmandatario de cambiar a algunos ministros que el presidente ha ignorado.
La pelea entre los «evistas» o sectores oficialistas afines a Morales y los «arcistas» o leales a Arce se profundizó aun más en los últimos días por la realización del congreso nacional del partido que los primeros insistieron en efectuar en la zona central del Trópico de Cochabamba, el bastión sindical y político del exgobernante.
Los «arcistas», incluidos el presidente y el vicepresidente, declinaron su participación en el congreso alegando que las organizaciones sociales no estaban debidamente representadas, lo que fue asumido por los «evistas» como una «autoexpulsión» del MAS.
En el congreso, los «evistas» ratificaron la candidatura presidencial de Morales en las elecciones de 2025 que el mismo exmandatario había anunciado días antes y resolvieron expulsar a los parlamentarios y dirigentes que apoyan al Gobierno de Arce y Choquehuanca.
En respuesta, los sindicatos afines a Arce realizarán una marcha y un mitin en la ciudad de El Alto, vecina de La Paz, el 17 de octubre.
Con información de EFE