El primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley, aseguró este martes que la actual oleada de crímenes violentos «no será tolerada» y que las autoridades reforzarán las medidas para atajar la preocupante crisis de seguridad.
«El Estado redoblará todos los esfuerzos para frenar estos estallidos violentos, perseguirá y desarmará a los autores y hará ajustes operativos para que los servicios de seguridad puedan actuar con prontitud», dijo Rowley en un comunicado.
La declaración de Rowley se produce después de que ocho personas fueran asesinadas a tiros en un período de 24 horas, elevando el número de muertes violentas a 480 en lo que va del año.
Esta elevada cifra es, no obstante, inferior a la registrada en 2022, cuando en el mismo periodo se perpetraron 508 asesinatos.
Cuatro hombres fueron asesinados a tiros en Belmont, en las afueras de la capital, y otros cuatro en Arima, al este de la ciudad, entre el domingo y el lunes, Según la Policía.
Rowley lamentó que «a pesar de los esfuerzos de los diversos mecanismos estatales, la elección de la violencia como forma de vida y el desenfrenado desprecio por la vida humana en Trinidad y Tobago van más allá de lo preocupante».
«Esta situación intratable ahora exige que a los ciudadanos respetuosos de la ley se les dé el derecho a su paz y seguridad por encima de la libertad de los pocos violentos que operan con impunidad», subrayó.
La presidenta de Trinidad y Tobago, Christine Kagaloo, emitió una proclamación que permite que 100 oficiales de reserva de las Fuerzas de Defensa presten apoyo a la Policía durante la temporada previa a la Navidad y hasta el Carnaval de 2024.
Esto implica que los miembros de la Fuerza de Defensa Voluntaria estarán disponibles por un período de 123 días, desde el pasado 30 de octubre hasta el próximo 29 de febrero.
Fuente: EFE