El Gobierno de Cuba aspira a que la Cumbre del Clima (COP28), que comenzó este jueves en Dubái, cambie la manera de enfrentar los problemas medioambientales.
La delegación cubana en la cita está encabezada por el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, quien además convocó a la cumbre de líderes del Grupo de los 77 y China (G77+China) en el contexto de la cumbre mundial del clima, aprovechando que ejerce la presidencia rotativa de este mecanismo de concertación.
«Cuba trae la disposición a contribuir al esfuerzo global para que esta Conferencia de las Partes signifique un cambio en la manera de afrontar los desafíos globales en torno al cambio climático», consideró un funcionario del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medioambiente que integra la comitiva.
La COP28 abordará los principales desafíos del cambio climático, una de las «prioridades» de Cuba al frente del G77+China, según la nota de la Presidencia.
Cuba adelantó que llevaría a la Cumbre del Clima el reclamo a los estados industrializados de que cumplan sus compromisos de financiamiento y transferencia tecnológica.
Los efectos del cambio climático han aumentado en los últimos años en Cuba con la elevación del nivel del mar, las altas temperaturas, fuertes sequías y el impacto frecuente de huracanes.
Las proyecciones para el país muestran que, si no se toman medidas para atajar el calentamiento global, el aumento en la temperatura media anual estará por encima de un grado centígrado en 2030 y será de 3,5 grados en 2070, tomando como referencia el período 1961-1990.
Esas estimaciones están por encima del 1,5 establecido por la comunidad internacional para combatir el cambio climático, incremento fijado en el Acuerdo de París como límite para evitar las consecuencias más catastróficas del cambio climático.
El Gobierno implementa desde 2017 la «Tarea Vida» para enfrentar el cambio climático.
Con información de EFE