La crisis por el desabastecimiento de diésel y los rumores sobre un posible aumento de este combustible generan temor en el sector agroalimentario venezolano, cuyas unidades de producción dependen cuasi totalmente del hidrocarburo líquido para su funcionamiento.
El riego y corte de pastizales, generación eléctrica para conservar los alimentos (a consecuencia de los cortes energéticos) corte de forraje y distribución de la producción, hoy peligran debido a la escasez de gasoil. Por lo mismo, la Federación Nacional de Ganaderos se decretó en «estado de emergencia» el pasado 16 de enero, situación que se mantiene vigente.
Armando Chacín, presidente de Fedenaga, para conversar respecto a los rumores del aumento de diésel, el cual se plantea podría llegar a 1 dólar el litro. «No estamos preparados en este momento para asumir eso», aseguró.
El ganadero explicó que para la actualidad, el monto aportado para la compra del combustible está fijado en bolívares, por un cupo especial concedido por el Ministerio de Energía y Minas al sector primaria. No obstante, los costos de traslado directo a las unidades de producción, lo elevan a un precio de entre $0,29 y $0,32, dependiendo la distancia.
«Nuestras estructuras de costos de alguna forma no están bastante sanas. y si le anexamos que el combustible en este momento vaya a tener un aumento de cinco veces más, (que representa) un 400 % o un 500 % más, simple y llanamente nosotros no vamos a poder cumplir con ajustarle el precio al consumidor final, porque nosotros estamos en un mercado de la ley de la oferta y la demanda y tenemos alimentos, por más que queramos, hay sectores que no aguantan y que tiene que ser como en otros países subsidiado», aseguró.
Al respecto añadió que «tal vez» el transporte privado y/o particulares puedan cubrir esta subida de precios, más el sector agropecuario no tendría esta oportunidad, el cual, con una finca de 800 a 1000 hectáreas, necesita al menos cuatro tractores y 2.500 litros de gasoil.
«Con 30 centavos de dólar, se necesitaba 750 dólares para poder suministrar el combustible a sus maquinarias y el combustible se ponía a la puerta de su unidad de producción. Un dólar (por litro) significa aproximadamente un incremento de 2.500 dólares mensuales», es decir, hasta 1.750 dólares más cada mes.
Chacín precisó que esta medida «repercutiría aproximadamente en 10 meses de trabajo en 17.500 dólares más que se le acomodan al productor agropecuario». En otras medidas, para cubrir únicamente el aumento serían 35 mil litros de leche o, para la carne, 20 novillos de aproximadamente 500 kilos. «Entonces, no la tiene fácil el productor agropecuario», indicó.
«Yo creo que no todos estamos de alguna forma dispuestos a poder aguantar. Si lo haremos, veremos cuáles son las actividades que podemos hacer y si no, de alguna forma va a repercutir en la producción de alimentos», apuntó.
Con información de Versión Final.