Según la información oficial del Ministerio de Petróleo, Venezuela produjo un promedio de 841.000 barriles por día (bpd) en enero de 2024, que sería la extracción mensual más alta desde diciembre de 2021, cuando el bombeo de crudo se ubicó en 871.000 bpd.
Sin embargo, las fuentes secundarias de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) cifraron la producción petrolera venezolana en 796.000 barriles por día, 45.000 bpd por debajo del volumen reportado por las autoridades venezolanas.
De acuerdo con la data oficial, la producción aumentó 40.000 barriles diarios en enero -+4,86%-, mientras que según los datos de la OPEP el alza fue de apenas 14.000 bpd, según se desprende del reporte de mercado de la organización correspondiente a febrero, con datos de enero.
Venezuela llegó a acumular elevados inventarios de crudo como producto de las sanciones de Estados Unidos que limitaron fuertemente las exportaciones petroleras, de manera que la producción fue reducida en los últimos cinco años.
De hecho, en enero de 2019 fue la última vez cuando Venezuela reportó una producción superior al millón de barriles por día, con un bombeo de 1.480.000 barriles diarios que, en los siguientes cuatro meses, se desplomó a 768.000 bpd.
Con el alivio de las sanciones -que podría terminar en abril- Venezuela incrementó progresivamente su volumen de exportaciones, aunque con una capacidad de producción severamente disminuida, lo que hizo que los inventarios cayeran, lo cual, junto con un aumento lento de la extracción de crudo, puede explicar la diferencia entre los datos de producción.
Venezuela concluyó 2023 con una producción promedio de 783.000 barriles por día, un aumento de 67.000 barriles sobre el promedio de 2022, de acuerdo con el Ministerio de Petróleo.
Para la OPEP, la extracción de crudo en Venezuela se ubicó en un promedio de 751.000 barriles por día -32.000 bpd por debajo de la cifra oficial- pero curiosamente con el mismo incremento de volumen de 67.000 bpd.
En los últimos dos años, el gobierno se ha trazado la meta de llevar la producción a 1.000.000 de barriles diarios sin poder lograrlo. Las expectativas a finales de 2023 indicaban que durante este año sí podría, pero con el eventual retorno de las sanciones habrá que esperar para tener un panorama más claro.
En enero, el crudo Merey venezolano de 16 grados API se cotizó en un promedio de 66,50 dólares por barril, 1,7 dólares por encima del mes anterior. En términos interanuales, el precio del marcador venezolano recuperó 4,76 dólares o, en valor relativo, 7,71%.
El petróleo venezolano es el más barato en la cesta OPEP. En enero, el crudo nacional de referencia costó, en promedio, 13,54 dólares menos que la canasta de la organización.
Hay que señalar que el este diferencial implica una revalorización importante del crudo venezolano frente a la brecha de 19,88 dólares que había entre ambas cotizaciones en enero de 2023.
Entre tanto, el número de plataformas de perforación activas en Venezuela es de 1, cuando en diciembre se reportaron 2, según los datos publicados en el informe general de la OPEP correspondiente a febrero, con datos de enero.
En este sentido, Venezuela se ubica en el estándar más bajo de actividad en la OPEP junto con Congo y Gabón, cuando, de acuerdo con su potencial, debería jugar en la liga de los productores del Oriente Medio con entre 60 y 90 plataformas activas en la actualidad.
Fuente: Banca y Negocios