Los restos mortales de monseñor Roberto Lückert fueron sepultados este martes 18 de junio en el templo Nuestra Señora de La Asunción, ubicado en Los Haticos, en Maracaibo, lugar en el que el religioso se bautizó y creció en el cristianismo.
Monseñor Mariano José Parra Sandoval, arzobispo emérito de Coro, presidió la eucaristía exequial. A su alrededor, lo acompañaba parte del clero marabino y falconiano.
Durante su homilía, monseñor Mariano Parra contó que tenía apenas 11 años cuando conoció a monseñor Roberto Lückert. Mencionó que fue su consejero desde que estuvo en el seminario, siendo sacerdote y luego cuando comenzó a ejercer como obispo.
“Por eso, Roberto Lückert para mí no solamente es mi hermano de episcopado en el sacerdocio, sino mi amigo, mi consejero y mi padre en algunos momentos. Roberto de Coro, como solía él llamarse, fue un verdadero pastor al estilo de Jesús”, recordó con nostalgia.
Resaltó que el prelado marabino solía autodenominarse “Roberto de Coro”, porque “no hubo barrio ni lugar en Coro que monseñor no visitó” por más lejos o recóndito que estuviera.
“(Eso) tiene un sentido muy especial, porque estaba convencido de que tenía que encarnarse en esa tierra falconiana y así lo hizo. En todas partes de Falcón lo conocían por sus palabras, su defensa a la justicia. Ese fue el legado que nos dejó, un hombre de Dios que entendió que ser pastor es entregarse a su pueblo, dedicarse a su pueblo y defender a su pueblo”, explicó al Diario La Verdad.
Durante la misa, que contó con la presencia de la réplica de la Chinita y una imagen de la Virgen de Guadalupe traída desde la Basílica Menor Santuario Mariano de la Virgen de Guadalupe (Falcón), el presbítero y párroco del referido recinto católico, Arled Moreno, aseguró que, aunque el religioso ya no esté de forma física, su legado permanecerá en la Arquidiócesis de Coro.
“Quiero darle gracias a Dios por los tantos sacerdotes que dejó como herencia en nuestra Arquidiócesis de Coro. Quiero darle gracias a Dios por todas sus obras, y aunque su cuerpo será enterrado en esta santa iglesia parroquial, sus obras, sus anécdotas, las inquietudes que nos dejó las tendremos muy presentes y muy grabadas en lo más profundo de nuestro corazón”, verbalizó, con voz entrecortada.
Tras culminada la misa exequial, los sacerdotes cargaron sobre sus hombros la urna de monseñor Lückert, y luego de darle una breve procesión dentro del templo, procedieron a sepultarlo.
El padre Juan Pablo Hernández, administrador parroquial de Nuestra Señora de La Asunción, explicó al Diario La Verdad que monseñor Lückert fue enterrado en ese templo porque es un “hijo” de la parroquia.
“Él creció y se bautizó aquí. Sus padres fueron parte de la construcción de este templo. Nació aquí, tuvo su misión de monaguillo y descubrió su misión sacerdotal”.
El presbítero indicó que, tanto para él como para la familia del prelado y la feligresía, es una alegría y un consuelo saber que el religioso descansa “en este santo lugar”. Contó que pronto se colocará una lápida en su honor y, durante estos días, realizarán el novenario.
Al entierro de monseñor también asistió Manuel Rosales, gobernador del Zulia; Iraida Villasmil, presidenta del Consejo Legislativo del Estado Zulia (Clez); y Gustavo Fernández, alcalde de San Francisco.
Fuente: La Verdad