Una de las formas en las que las cuentas sin comisiones te ayudan a ahorrar es eliminando las tarifas mensuales. Muchas cuentas tradicionales cobran una comisión que puede variar entre 5 y 15 euros. A lo largo de un año, esto puede significar un gasto importante, especialmente si no recibes ningún beneficio adicional.
Las cuentas sin comisiones suelen eliminar o reducir significativamente los cargos por transacciones comunes, como retiradas de efectivo en cajeros automáticos de otras redes, transferencias bancarias y pagos de facturas. Estos pequeños cargos pueden acumularse rápidamente y representar una fuga de dinero constante.
Éstas suelen estar asociadas a bancos digitales que ofrecen una gama de herramientas para la gestión. Estas herramientas incluyen aplicaciones móviles con alertas de saldo, categorización de gastos y objetivos de ahorro.
Algunas cuentas sin comisiones no solo te evitan cargos, sino que también te ofrecen incentivos para abrir y mantener tu cuenta. Esto puede incluir bonificaciones por apertura de cuenta, recompensas por el uso de la tarjeta de débito asociada, y descuentos en ciertos comercios.
Muchas veces, los bancos que ofrecen cuentas que también proporcionan acceso fácil a productos de inversión como cuentas de ahorro de alto rendimiento, certificados de depósito (CDs), y opciones de inversión en mercados de valores. Estas oportunidades pueden ofrecerte rendimientos más altos sobre tu dinero comparado con una cuenta de ahorros tradicional.
Investigar y utilizar estas opciones puede incrementar tus ahorros con tasas de interés más favorables, ayudando a que tu dinero crezca de manera más efectiva.