Un hombre en Inglaterra ha sido condenado por acoso tras quejarse del volumen de las campanas en la iglesia de Santa María, ubicada en Wiltshire. Gary Bizley, de 45 años, mantuvo una campaña de quejas durante cuatro meses, argumentando que el sonido le impedía leer. Según lo reportado, su malestar se tradujo en amenazas de causar daño a la iglesia y confrontaciones con los campaneros del lugar.
Las quejas de Bizley comenzaron en abril, cuando empezó a enviar mensajes de voz abusivos al vicario, utilizando expresiones como «tus malditas campanas». En una declaración a la policía, reconoció que se complacía al ver que sus quejas habían angustiado al vicario, aunque aseguró no haber querido alarmarlo.
El tribunal escuchó que Bizley ha vivido en la zona durante siete años sin escuchar previamente las campanas, razón por la cual solicitaba una explicación del aumento en el volumen. Su abogado mencionó que el acusado enfrenta problemas de salud mental e insomnio, argumentando que el sonido de las campanas le interfería el descanso. Sin embargo, también admitió la peculiaridad del caso.
El juez del Tribunal de Magistrados de Swindon concluyó que Bizley había cruzado la línea. Se le impuso una orden de restricción que le prohíbe acercarse al vicario y regresar a la iglesia por un año, con el fin de dar un respiro a ambas partes. Además, el hombre deberá pagar 197 libras esterlinas en multas y costos relacionados.
DCN/Agencias