El acuerdo de libre comercio que se está negociando entre la Unión Europea y el Mercosur ha generado preocupación en el sector agrícola de Europa, en particular en Francia, que teme una afluencia de productos de América Latina. Aunque Bruselas ha indicado que se tratará de «pequeños volúmenes», existe un riesgo de desestabilización en ciertos mercados.
En las negociaciones, hay tres temas clave a discutir. La UE exige compromisos por parte de los países del Mercosur —Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, con Bolivia excluido del acuerdo— en relación a la deforestación y el cambio climático. Por su parte, Brasil solicita la protección de sus industrias estratégicas, como la automotriz. Las diferencias en torno al sector agrícola se han mantenido desde 2019.
La Comisión Europea sostiene que las cuotas de importación propuestas son mínimas comparadas con la producción agrícola de la UE. El acuerdo considera la reducción o eliminación de aranceles para un máximo de 99 mil toneladas de carne bovina, lo que representa solo el 1,6% de la producción europea. Asimismo, contempla un tope de 25 mil toneladas para carne porcina (0,1%), 180 mil toneladas para aves de corral (1,4%) y 190 mil toneladas para azúcar (1,2%).
A cambio, Bruselas destaca que el acuerdo ofrecerá oportunidades a productos europeos que actualmente enfrentan barreras en América Latina, como el vino y los quesos, ante el crecimiento de la clase media en la región. El gobierno español, que apoya el tratado, también menciona el aceite de oliva, aunque los sindicatos agrícolas, especialmente los ganaderos, expresan su inquietud frente a esta situación.
Con información de AFP.
DCN/Agencias