A menos de dos meses del 10 de enero, la oposición democrática en Venezuela enfrenta dilemas importantes. Tras el 28 de julio, cuando el Consejo Nacional Electoral (CNE) confirmó la reelección de Nicolás Maduro, los opositores continúan denunciando un fraude y abogando por la victoria de Edmundo González Urrutia, respaldándose en actas de votación presentadas a la OEA.
Hasta ahora, el poder electoral no ha publicado resultados desglosados. La oposición muestra un panorama complicado: González Urrutia se encuentra exiliado en España con la amenaza de encarcelamiento si regresa, mientras que María Corina Machado está en la clandestinidad. En el contexto, varios líderes opositores están detenidos y otros en resguardo.
El fiscal general, Tarek William Saab, advirtió sobre la detención inmediata de González Urrutia si retorna al país. María Isabel Puerta, profesora de Ciencias Políticas, indica que la oposición está debilitada y necesita buscar nuevas formas de actuar dentro del contexto autoritario, incluyendo la clandestinidad. También resalta que la lucha de la oposición se desarrolla en un momento donde las democracias enfrentan presiones globales.
Ricardo Ríos, presidente de Poder & Estrategia, menciona que la estrategia de la oposición del 28 de julio fue efectiva, aunque no ha evolucionado. La posibilidad de que González Urrutia se juramente en Venezuela el 10 de enero se discute como un «error de cálculo». A la fecha, no hay condiciones claras para su regreso, y las expectativas de los opositores deben ser realistas para no perder la confianza del pueblo.
Frente a este escenario, la oposición planea presionar para que González Urrutia asuma su juramentación, mientras se mantiene el esfuerzo en la lucha por rescatar la democracia en el país.
DCN/Agencias