La Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya anunció el 21 de noviembre que ha emitido órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el exministro de Defensa, Yoav Gallant, por crímenes de guerra y lesa humanidad en Gaza. Além de ellos, también se aprobó una orden de arresto contra Mohammed Diab Ibrahim Al-Masri, considerado líder militar de Hamás, quien presuntamente estuvo detrás del ataque del grupo islamista a Israel el 8 de octubre de 2023, lo que desencadenó el conflicto actual.
A pesar de que Israel afirmó haber neutralizado a Mohammed Deifen en un ataque en junio, Hamás no ha confirmado su fallecimiento, y la CPI tampoco lo ha hecho. El panel de tres jueces de la CPI determinó que hay razones para creer que Netanyahu y Gallant privaron intencionalmente a la población civil de Gaza de recursos esenciales para su supervivencia, como alimentos, agua, medicamentos y electricidad.
El fiscal de la CPI, Karim Khan, había solicitado estas órdenes de arresto en mayo, alegando que ambos individuos tienen responsabilidades criminales por delitos internacionales desde el inicio del conflicto. Vorazmente, se especificaron crímenes como el uso del hambre como método de guerra y ataques dirigidos contra civiles.
Por su parte, los líderes israelíes han rechazado las órdenes, argumentando que la CPI ha perdido legitimidad y que este fallo atenta contra el derecho de Israel a defenderse. Además, destacaron que, dadas las circunstancias, es poco probable que los nombrados se enfrenten a la justicia en La Haya. Israel no es parte de la CPI, lo que complica la ejecución de estas órdenes.
Finalmente, la CPI desestimó las impugnaciones de Israel sobre la jurisdicción del tribunal, afirmando que su autoridad se basa en la situación en Palestina, no en el reconocimiento de Israel.
DCN/Agencias