La ONG Transparencia Electoral presentó el 3 de diciembre un informe titulado “20 años del sistema automatizado de votación en Venezuela”, el cual analiza a fondo el funcionamiento de este sistema que ha estado en uso desde 2004. El documento evalúa tanto los logros como las debilidades de esta tecnología, diseñada para facilitar y transparentar los procesos electorales.
Los investigadores centraron su estudio en las elecciones presidenciales del 28 de julio, un proceso enmarcado por un ambiente político caracterizado por el autoritarismo y la polarización. A pesar de que el sistema permite realizar auditorías y rastrear el proceso electoral, su efectividad se ve opacada por el contexto político adverso.
El informe menciona avances como la introducción de mecanismos de auditoría ciudadana, el voto electrónico respaldado por papel y la autenticación biométrica del elector, lo que ha contribuido a la eficiencia y transparencia electoral. Sin embargo, se señala que estas mejoras ocurren en un entorno donde la autoridad electoral está influenciada por el poder ejecutivo y existe una fuerte criminalización hacia la oposición.
Transparencia Electoral indica que, a pesar de contar con tecnología avanzada, la imagen del sistema ha quedado afectada. Destacan casos de fraude documentados en elecciones pasadas, como las de la Asamblea Nacional Constituyente de 2017.
El informe también hace énfasis en las irregularidades no atribuidas al sistema automatizado, como la persecución política y el uso de recursos públicos en favor de ciertos partidos. Finalmente, se menciona la participación de la empresa argentina ExClé y su vínculo con funcionarios del gobierno, lo que ha impactado negativamente la percepción del sistema electoral.
DCN/Agencias