Estrategias para dejar atrás el «ratón» en el Año Nuevo
Después de las fiestas de Fin de Año, muchas personas se exceden con las bebidas y amanecen el 1° de enero con una resaca. Esta situación, aunque común, trae malestares como fatiga, náuseas, dolores musculares y un estado de desánimo. En algunos casos, los síntomas pueden ser más severos, incluyendo deshidratación, desequilibrio de electrolitos, abstinencia alcohólica y trastornos del sueño.
Para afrontar la resaca, existen diversas técnicas que se centran en mitigar los síntomas, aunque no hay un remedio universal que cure este estado. Algunos métodos populares incluyen el uso de medicamentos antiinflamatorios, como la aspirina y el ibuprofeno, que ayudan a reducir el dolor y la inflamación que causa el alcohol. Sin embargo, se recomienda precaución al usarlos, ya que pueden irritar el estómago y, en un uso prolongado, generar úlceras.
Los antiácidos son otra opción, ya que ayudan a neutralizar el ácido del estómago y pueden aliviar la acidez y la indigestión provocadas por el consumo de alcohol. Esto es especialmente útil para quienes suelen sentirse mal durante la resaca.
Por el contrario, se aconseja evitar el acetaminofén durante esta condición, dado que tanto el hígado como el alcohol metabolizan este medicamento, lo que puede aumentar el riesgo de daño hepático.
El alcohol también actúa como un diurético, provocando deshidratación, lo que intensifica los síntomas de la resaca. Mantenerse hidratado, bebiendo agua entre tragos y antes de dormir, es una buena estrategia para prevenir los efectos de la resaca.
Otras personas optan por bebidas deportivas o polvos de rehidratación para restaurar los electrolitos perdidos. Aunque no hay pruebas concluyentes sobre su eficacia como remedios para la resaca, estas opciones pueden ayudar.
El desayuno es otra solución recomendada para reponer los niveles de azúcar en sangre, lo que puede aliviar algunos de los síntomas resacosos. Además, es importante consumir alimentos ricos en nutrientes como proteínas, carbohidratos y grasas saludables para facilitar la recuperación.
Los antioxidantes, presentes en alimentos como bayas, uvas y espinacas, también son beneficiosos, ya que ayudan a contrarrestar el estrés oxidativo generado por el consumo de alcohol.
En resumen, aunque no hay un remedio milagroso para la resaca, tener cuidado con la alimentación y optar por ciertos medicamentos puede ayudar a atenuar sus efectos.
DCN/Agencias