El Gobierno de Venezuela ha dispuesto un despliegue de 1.200 efectivos a nivel nacional con el propósito de asegurar la «paz» ante la toma de posesión del presidente, programada para el 10 de enero. Esta información fue divulgada por el Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (CEO-FANB) el viernes.
El coronel Alexander Granko Arteaga, de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), destacó en un video publicado en Instagram que están comprometidos en garantizar la seguridad del país y la juramentación del presidente. «Nuestro país está amenazado, hemos llevado a cabo operaciones contra mercenarios que han arrojado resultados positivos», agregó.
El presidente Nicolás Maduro ha confirmado su asistencia al Parlamento, controlado por el chavismo, para asumir el cargo como mandatario reelecto por seis años, tras su proclamación como ganador de las elecciones del 28 de julio por el Consejo Nacional Electoral (CNE). La oposición, agrupada en la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), ha calificado la elección de fraudulenta, asegurando que su candidato, Edmundo González Urrutia, fue el verdadero vencedor.
González Urrutia, quien se encuentra exiliado en España desde septiembre, anunció su intención de volver a Venezuela para la ceremonia de juramentación, instando a los ciudadanos a unirse para hacer valer el resultado electoral que reivindica. Además, la Policía venezolana ha ofrecido una recompensa de 100.000 dólares por información sobre su paradero, tras inicialmente proponer 500.000 dólares.
González Urrutia enfrenta acusaciones por delitos como «complicidad en actos violentos», «usurpación de funciones» y «asociación para delinquir», según un comunicado compartido en redes sociales por el CICPC y la Policía Nacional Bolivariana (PNB).
DCN/Agencias