La mañana del viernes 3 de enero, Cumaná, estado Sucre, fue escenario de un trágico suceso que impactó a la comunidad. Andrés Eloy Salazar, un sindicalista de renombre en la zona, se lanzó desde un piso de la clínica “La Copita”, un centro médico conocido en la localidad. A pesar de que fue trasladado con vida al Hospital Universitario Antonio Patricio de Alcalá (Huapa), las lesiones que sufrió resultaron fatales y falleció poco después de ingresar.
El hecho dejó a muchos habitantes de Cumaná en estado de shock, generando preguntas sobre las razones que pudieron haber llevado a Salazar a tomar una decisión tan drástica. Mientras las autoridades investigan lo sucedido, la comunidad se ha visto impulsada a reflexionar sobre la salud mental, un tema que habitualmente recibe poca atención hasta que se presentan situaciones extremas como esta.
Los hechos ocurrieron en las primeras horas del día, cuando Salazar se encontraba en la clínica. Testigos comentaron que, sin previo aviso, se arrojó al vacío, generando conmoción en el centro de la ciudad. Los equipos de emergencia respondieron rápidamente, pero el impacto contra el suelo dejó a Salazar gravemente herido.
Los bomberos presentes en la escena corroboraron que a pesar de sus esfuerzos, Salazar no sobrevivió a su ingreso en el hospital. Su muerte no solo ha causado profundo dolor en su familia, sino que también ha dejado un vacío en el ámbito laboral, donde se le reconocía por su dedicación y lucha por los derechos de los trabajadores.
Andrés Eloy Salazar era conocido por su trabajo como defensor de los derechos laborales en Sucre, lo que lo había llevado a convertirse en un líder influyente. Sin embargo, su fallecimiento plantea interrogantes sobre las presiones o dificultades que pudiera haber enfrentado.
En la comunidad, la noticia ha sido recibida con consternación y muchos han expresado la necesidad urgente de atender los problemas de salud mental. Este episodio ha suscitado un debate sobre la importancia de contar con recursos y apoyo psicológico accesibles en el estado. La solidaridad con la familia de Salazar se ha manifestado en diversos sectores, resaltando la necesidad de crear espacios donde se puedan discutir temas de estrés y ansiedad.
Las redes sociales también han sido un canal para recordar la trayectoria de Salazar, mientras se hacen llamados a no ignorar las señales de alerta en personas que atraviesan difíciles situaciones emocionales. La comunidad ha quedado marcada por esta tragedia, y se espera que se tomen acciones concretas para prevenir futuros casos similares.
DCN/Agencias