El miércoles 29 de enero, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ratificó la ley conocida como Laken Riley, la cual se inspira en el asesinato de una estudiante de enfermería a manos de un venezolano en Georgia. Este acto legislativo representa la primera iniciativa firmada durante su mandato, y a la ceremonia asistieron los padres de la joven fallecida, en homenaje a su memoria.
La nueva legislación establece que las personas en Estados Unidos sin permiso de residencia, que sean acusadas de robo no violento y de crímenes violentos, podrán ser detenidas y potencialmente deportadas, incluso antes de ser condenadas. Esta medida fue aprobada con prontitud por un Congreso dominado por los republicanos, recibiendo también algo de apoyo por parte de demócratas. Sin embargo, ha sido objeto de críticas por parte de activistas de derechos humanos, quienes argumentan que podría llevar a redadas masivas enfocadas en delitos menores, como el hurto.
“Firmamos esto en honor a Laken Riley”, declaró Trump al momento de firmar la ley. La norma destaca un enfoque más riguroso hacia la inmigración, especialmente en relación a los delitos y a la seguridad pública.
DCN/Agencias