Este viernes, Brasil hará pública la cifra del producto interno bruto (PIB) correspondiente a 2024, con expectativas de un crecimiento robusto, proyectado entre el 3,5% y el 3,7% en comparación con el año anterior, según diversas estimaciones de entidades oficiales y del mercado.
Hasta septiembre, Brasil, la economía más grande de América Latina, reportó un crecimiento del 3,1%. Esta cifra llevó al Ministerio de Hacienda y al Banco Central a ajustar al alza sus pronósticos para el año, fijándolos en un 3,5%, mientras que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva los elevó a un 3,7%. El Fondo Monetario Internacional también siguió esta tendencia, incrementando su previsión de crecimiento para Brasil del 3% al 3,7% en su último informe.
El Instituto Brasileño de Economía de la Fundación Getúlio Vargas (FGV) y el boletín Focus del Banco Central, que recoge opiniones de múltiples instituciones financieras, estiman que la economía brasileña avanzó un 3,5% en el año anterior. Además, el índice de actividad económica del Banco Central, considerado como una anticipación del PIB, mostró un incremento del 3,8% para el total del año.
Si estas proyecciones se concretan, Brasil superaría el crecimiento del 3,2% registrado en 2023. La economía brasileña ha mostrado un buen desempeño, fundamentado principalmente en el dinamismo del sector servicios, lo que ha sorprendido a muchos analistas que anticipaban un fuerte desaceleramiento para 2024.
Esta noticia se presenta en un contexto complicado para el Gobierno, ya que la popularidad de Lula ha caído a niveles mínimos en su mandato, en parte debido a la inflación, que cerró 2024 en 4,83%, superando el límite establecido de su meta.
DCN/Agencias