Desmitifican la viral tendencia de TikTok sobre el estrés y el fenómeno de la «Cara de luna»

El tema de la hormona del estrés, el cortisol, ha cobrado fuerza en la red social TikTok, donde usuarios mencionan que este puede provocar hinchazón en las mejillas y párpados, una condición conocida como «cara de luna».

El estrés prolongado es una realidad en la vida moderna, pero los especialistas aclaran que no es el responsable directo de modificar la forma de la cara. La dermatóloga Rajani Katta, profesora adjunta clínica en el Baylor College of Medicine en Houston, señala que, aunque el estrés crónico pueda incrementar los niveles de cortisol, este aumento no es suficiente para causar la inflamación característica de la «cara de luna».

La verdadera «cara de luna» surge como resultado del síndrome de Cushing, trastorno que conlleva niveles extremadamente elevados de cortisol en el organismo. Esto ocurre típicamente por el uso a largo plazo de medicamentos como el esteroide prednisona o, en casos menos frecuentes, debido a la hiperactividad de las glándulas suprarrenales, según destaca Katta. Además de la redondez facial, el síndrome de Cushing puede generar acumulación de grasa en el cuello y la zona superior del cuerpo, así como obesidad.

Respecto al impacto del estrés en la piel, aunque no origine la «cara de luna», puede ocasionar otros problemas. Las hormonas del estrés, incluida el cortisol, están relacionadas con brotes en la piel, tono opaco, aceleración del envejecimiento y agravamiento de trastornos cutáneos como el eczema y la psoriasis. La dermatóloga Whitney Bowe, profesora clínica adjunta de Dermatología en la Escuela de Medicina Icahn del Centro Médico Mount Sinai en Nueva York, resalta que niveles altos de cortisol inhiben la producción de colágeno y otros compuestos beneficiosos para la salud de la piel.

Así, el cortisol no solo afecta el bienestar general, sino que también puede repercutir en la salud dermatológica de las personas, afectando su apariencia y potencialmente desencadenando condiciones cutáneas adversas.

DCN/Agencias