Madrid, 24 de marzo. La oficina del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Rafá, ubicada en el sur de la Franja de Gaza, fue impactada por un proyectil explosivo el día de ayer. La organización condenó este ataque, indicando que las instalaciones son “claramente señalizadas”. Afortunadamente, no se reportaron heridos entre el personal.
El CICR destacó que el ataque afecta su capacidad para realizar labores humanitarias en un momento crítico. Las recientes hostilidades han generado “considerables” efectos en la situación humanitaria, con el Derecho Internacional Humanitario ofreciendo una “protección especial” a los trabajadores humanitarios y sus instalaciones, prohibiendo cualquier ataque contra ellos.
Las Fuerzas de Defensa de Israel confirmaron que sus tropas dispararon en Rafá tras “identificar sospechosos y percibir una amenaza”. Según el Ejército, no hubo víctimas y los daños al edificio fueron menores. Sin embargo, investigaciones posteriores revelaron que esta amenaza era “incorrecta” y que el inmueble pertenecía al CICR. Las autoridades israelíes aclararon que desconocían la propiedad del edificio en el momento del ataque y han iniciado una investigación sobre el incidente.
La reanudación de los ataques ha dejado un saldo de cientos de civiles fallecidos. Según el CICR, la población de Gaza se encuentra en una situación de desesperación, “huyendo sin claridad sobre las zonas seguras” y sin opciones de evacuación efectivas. La organización hizo hincapié en que esta violencia genera un sentimiento de desesperanza en todas las partes involucradas.
DCN/Agencias