Los celos son una respuesta emocional común y compleja, que puede surgir ante la percepción de una amenaza hacia algo que consideramos propio, como relaciones o vínculos afectivos. Esta emoción aparece normalmente al sentir miedo a la pérdida o al abandono. Según la Real Academia Española, ser celoso implica sospechar que la persona amada podría cambiar su afecto.
Reaccionar con celos es una manifestación normal en situaciones de pérdida, pero la intensidad y cómo se maneja esa emoción son lo que diferencia los celos considerados normales de los celos patológicos. Tanto hombres como mujeres experimentan celos, no solo en parejas, sino también en relaciones familiares, amistades o laborales. Además, pueden manifestarse en niños, adolescentes y adultos.
Las causas de los celos suelen derivar de experiencias previas, como rechazos o desengaños, y están relacionadas con la autoestima y la inseguridad. Es importante distinguir entre celos y envidia, ya que mientras la envidia se relaciona con el deseo de poseer lo que otros tienen, los celos se centran en el temor de perder a alguien querido.
Entre las características de las personas celosas se encuentran la dependencia emocional, la baja autoestima, la introversión y la falta de habilidades sociales. Personas con rasgos narcisistas, paranoides o histriónicos también son más propensas a estos sentimientos.
Los celos pueden dividirse en varias categorías: infantiles, en parejas, familiares, en amistades y retroactivos. Los celos patológicos se caracterizan por un comportamiento excesivo y obsesivo, que puede llegar a poner en peligro la relación. Este tipo de celos suelen estar alimentados por el miedo al abandono y pueden llevar a comportamientos de control extremo, como revisar mensajes o pertenencias del otro.
Los síntomas de los celos patológicos incluyen malestar excesivo, interferencias en la vida diaria, daño a relaciones y pensamientos intrusivos. Para quienes experimentan celos intensos, la ayuda psicológica es recomendable para abordar la baja autoestima y la inseguridad.
Superar los celos implica un trabajo emocional que puede ser facilitado por un psicólogo, quien ayudará a abordar estos sentimientos, promoviendo el amor propio y la autoconfianza, y regalando herramientas para manejar mejor las emociones.
DCN/Agencias