Gildardo Tovar, un investigadora venezolano, se encontró con la fotografía de Adriana Martínez Dogirama en un artículo de Mauricio Pardo Rojas, lo que lo llevó a un deslumbrante descubrimiento. “¡Es ella, es ella!”, exclamó al reconocerla. Según su análisis, cada detalle de la imagen coincidía con el billete de 10 mil pesos de Colombia: los ojos, la nariz y los collares metálicos.
Gildardo emprendió una búsqueda para contactar a Mauricio Pardo, quien resultó ser un profesor de antropoligía. Este le confirmó que la mujer en cuestión era Adriana Martínez Dogirama, nacida en Santa María de Condoto alrededor de 1972, hija de Alfredo Martínez y Dolorosa Dogiramá Sanapi. Adriana recordó su infancia en un pequeño pueblo montañoso, donde apenas había tres casas. Con el auge de la educación promovida por su abuelo, Floresmiro Dogiramá, la comunidad cambió con el tiempo.
Hoy, Adriana vive en Cimarrón Paraíso Emberá, donde se dedica a la agricultura y la pesca, formando parte de una comunidad pequeña de 40 personas. La economía se sostiene gracias a la temporada turística que inicia en octubre y finaliza en febrero.
Gildardo señaló que Pardo tomó varias fotos en su trabajo en la región, capturando a Adriana y otras niñas en 1986. Cuando el billete fue emitido en 1992, muchos la reconocieron como «la chola del billete». Adriana, en su visita a Bogotá en octubre de 2024, solicitó ser reconocida como la musa detrás del billete.
El Banco de la República sostiene que el diseño del billete es una obra colectiva, inspirada en la cultura Emberá, y no en una persona específica, asegurando que las ilustraciones son representativas de la comunidad y no una reproducción de una imagen individuales.
DCN/Agencias