Aunque el adulto mayor llamó a los servicios de emergencia del 911, inmediatamente descubrió que el intruso estaba justo frente a él, por lo que procedió a defenderse.
Con tres puñetazos, el anciano derribó al intruso, quien terminó por rogar piedad, incluso ofreciéndole 100 mil dólares al señor Salame para que lo dejara ir.
Sin embargo, el veinteañero terminó yéndose, pero a la cárcel, de donde no saldrá en un buen rato.
DC/ SDPNoticias