La religión musulmana, a la que pertenece Ribery, prohíbe tocar la cerveza o cualquier tipo de bebida alcohólica por considerarla un sucio trabajo de Satán, según traducciones del Corán. Por eso, no causó nada de simpatía la actitud del defensor alemán y la de sus compañeros de equipo.
«No voy a volver a hablarle a Jerome Boateng, sabe que soy musulmán. Estoy cabreado», manifestó Ribery después de la escena que captaron con gracia los fotógrafos y, en un primer momento, causó diversión en el público bávaro que celebraba el título.
Posteriormente, al acto de Boateng, el resto del equipo se acercó al francés y, a manera de juego, también derramaron sus cervezas sobre el jugador, quien se retiró furioso a los vestuarios.
Dentro de las creencias musulmanas, se piensa que el contacto con el alcohol es capaz de afectar negativamente su relación con Dios y el jugador francés ya habría advertido expresamente a sus compañeros que mantuvieran este tipo de bebidas lejos de su alcance.
Aquí puedes ver el vídeo en el que Boateng y sus compañeros de equipo bañan a Ribery en cerveza.
DC/As