La idea de hacerlo surgió cuando Spider, su perro, lamió una botella de leche que Graham había dejado para uno de sus hijos.
Sentir a Spider mamando de mi pecho significa que finalmente me siento completa y una mejor madre, dijo Graham a una revista británica, ya que no lo pudo hacer con sus dos hijos, aunque reconoce que muchos la tildan de «bicho raro».
Pero esta no es la primera mujer, ni la primera historia referente a esta práctica. En 2010, una madre soltera identificada como Suzane Morgan, contó su experiencia con Dixie, su perro, a quien decidió amamantar porque el animal estaba hambriento y ella no tenía nada para darle.