El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, informó inicialmente sobre la muerte de seis uniformados, a través de su cuenta oficial de Twitter, pero luego actualizó a nueve el número de fallecidos, durante un acto público en la ciudad de Cali (500 km al suroeste de Bogotá).
«Me habían informado de seis integrantes del Ejército muertos, pero me acaban de decir que infortunadamente subió a nueve. Quiero enviarle a las familias de estos héroes de la patria mis más sentidas condolencias», dijo el mandatario.
Santos inaugurará el jueves en Cali la VII cumbre de la Alianza del Pacífico, surgida hace dos años en un intento por profundizar la integración entre México, Chile, Perú y Colombia, y como bloque abrirse hacia los mercados de la zona Asia-Pacífico.
La Segunda División del Ejército informó a través de un comunicado que los uniformados fueron emboscados en un sector conocido como Cagüey, en el caserío Presidente, municipio de Chitagá (Norte de Santander).
«Los militares fueron atacados (en la noche del martes) de manera indiscriminada con artefactos explosivos artesanales (tatucos, cilindros)», reseñó el comunicado, que además indicó que los «seis heridos fueron trasladados a centro hospitalarios de la región» y que en el «lugar de los hechos, continúa la búsqueda de uno de los uniformados».
En una segunda publicación en Twitter, Santos señaló que «di instrucciones a los comandantes que persigan sin contemplación al ELN y que no dejen el asesinato de nuestros hombres sin castigo».
El Ejército de Liberación Nacional (ELN, guevarista), con unos 2.500 combatientes, es la segunda guerrilla más importante de Colombia, después de las FARC que tiene 48 años de lucha armada y que cuenta con unos 8.000 combatientes en la actualidad.
El pasado 14 de abril en el caserío La Esmeralda, departamento de Arauca (noreste de Colombia y fronterizo con Venezuela) tres militares murieron en un ataque atribuido al ELN, que en los años recientes ha enfocado sus ataques especialmente a la industria petrolera.
El grupo rebelde ha expresado voluntad de incorporarse a los diálogos de paz que desde el pasado año llevan a cabo en Cuba las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas) y el gobierno de Santos.
El jefe de Estado colombiano ha condicionado el eventual diálogo de paz con el ELN a la liberación de un ingeniero canadiense, secuestrado por ese grupo armado desde enero.
Esta guerrilla ha exigido a su vez que la multinacional Braewal Mining cese sus actividades de minería en una zona del norte del país para entregar al canadiense Jernoc Wobert, de 47 años.
El conflicto armado de Colombia, en el que también han participado grupos paramilitares de derecha y organizaciones de narcotraficantes, ha dejado más de 3,7 millones de desplazados, 600.000 muertos y 15.000 desaparecidos a lo largo de casi 50 años.
DC/Panorama