Aunque aún no hay ningún grupo que se haya adjudicado la responsabilidad de los ataques, el ala local de Al Qaeda está siendo culpada por los hechos violentos que han dejado más de 2 mil muertos desde abril.
Las tensiones políticas entre líderes chiitas y sunitas han empeorado desde entonces y, con ellas, la ola de violencia que ha causado miles de muertes en el país árabe.
En la mañana del lunes, dos coche bomba explotaron y un suicida en otro vehículo detonó sus explosivos en un mercado chiita a 40 km de la capital iraquí, Bagdad, dejando 13 muertos y más de 50 heridos, según informó la policía local.
Otro coche bomba explotó en un mercado de un pueblo también cercano a Bagdad, matando al menos a ocho personas. Más tarde, 18 personas murieron tras ataques de coches bomba y tiroteos dirigidos a puestos de control policiales.
Por otra parte, la policía iraquí logró prevenir más muertes al desactivar bombas colocadas en dos pozos petroleros.
La violencia reciente es la peor desde el derramamiento de sangre sectario que provocó la muerte de decenas de miles de personas hace cinco años y dividió a Bagdad en distritos de sectas religiosas.
DC/con información de Reuters