El paracaídas de la deportista se abrió al revés y las cuerdas se enredaron, por lo que no pudo estabilizarse. Tras estrellarse varias veces contra la fachada del Gran Hotel Bali, de Benidorm, considerado el más alto de Europa (186 metros), aterrizó en el décimo piso, donde unos turistas le ayudaron a entrar al edificio.
La joven de 22 años, única mujer participante en este torneo, fue trasladada rápidamente a un hospital de la ciudad donde se le diagnosticaron contusiones en codos, rodillas y el tabique nasal.
«Mi instinto de supervivencia me hizo lanzarme al interior de una terraza, para no caer al suelo, ya que podría haber sido un accidente muy grave», dijo Steinmayr, que ya cuenta las horas de su recuperación para volver a las competiciones.
DC/Panorama
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