Yudith Vera, madre del niño, permaneció sentada en una silla a un lado del féretro. No se movía, no lloraba. Tenía la mirada perdida, se lamentaba de cuando en cuando.
El niño, menor de sus cinco hijos, era la luz de la casa, era un niño alegre, de buen corazón, noble. Y la mañana del domingo le dijo adiós a la vida delante de su madre, quien fue testigo de cómo un motorizado lo arrolló, lo arrastró algunos metros y le causó la muerte.
El velorio se realizó en la casa donde vivía el menor con su madre y hermanos, en el sector Rafael Urdaneta del kilómetro 5 en la vía a Perijá.
El niño de 11 años salió temprano a la avenida, allí tomaría un carrito para ir a la iglesia El Carmen, ubicada en el sector Sur América, donde era monaguillo.
El domingo por ser el día del padre quiso llegar más temprano para ayudar a decorar la iglesia, pero Efraín Rodríguez Giraldo (23) quien conducía la moto, se subió a la acera y lo arrolló ante la mirada de su madre.
Luego de ser arrollado, Juan José se levantó camino hacia su madre y le dijo mami me mataron, luego se desplomó.
Los médicos le hicieron una radiografía, con la que los médicos determinaron que el corazón del monaguillo estaba partido en dos.