Necesitamos una OEA al servicio de los pueblos y no al servicio del imperio, hay que hacer profundas transformaciones en la OEA, democráticamente, con participación de todos los países y que Estados Unidos también se sume, afirmó Morales en rueda de prensa en La Paz.
El jefe de Estado y su gobierno ya plantearon en la 42 asamblea de la OEA en Bolivia, en junio de 2012, reformas a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh), por considerar que supedita su trabajo a los intereses geopolíticos norteamericanos.
Bolivia también lanzó críticas al rol de la OEA en varias crisis política, como en los golpes de Estado de Honduras en 2009 y durante el juicio político contra el presidente Fernando Lugo en Paraguay en 2012, en consonancia con las objeciones de otros países como Ecuador, Nicaragua y Venezuela.
La Paz también tuvo un último roce con la Organización de Estados Americanos la semana pasada, cuando el expresidente Jorge Quiroga (2001-02), ahora en la oposición, reveló una carta del organismo que confirmaría un acuerdo político en 2008 para limitar la reelección de Morales, solamente hasta 2014, aunque el oficialismo quiere hasta 2020.
Morales también dijo que no queremos una OEA impostora que impulse ciertos intereses y la gran ventaja en Sudamérica que tenemos es la Celac, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, de la que no forman parte Estados Unidos y Canadá.
Las declaraciones del gobernante boliviano se producen en la antesala de una anunciada visita de Insulza, el secretario general de la OEA, a Bolivia.
El embajador boliviano en la OEA, Diego Pary, dijo la semana pasada que el funcionario estaría en La Paz, a mediados de julio, para discutir temas como la renovación del organismo y la problemática de las drogas.
DC/Panorama