Igor Hernández, abogado defensor, explicó que Simonovis no ha recibido desde entonces ni una sola de las terapias que necesita como tratamiento para contrarrestar las lesiones que le ha causado la osteoporosis que padece desde que estaba recluido en el Sebin, donde no podía recibir la luz del sol.
Insistió en que el Estado debe garantizar la asistencia de un terapeuta por intermedio de los órganos oficiales o, si no, que se le otorgue la medida humanitaria para que lleva a cabo el tratamiento por su cuenta.
DC/ El Nacional